Cien Fuegos, "la última librería latinoamericana en París"

  • La cosmopolita Ciudad Luz se encontraba huérfana de una librería en la lengua de Cervantes, hasta la apertura este viernes de Cien Fuegos, un nuevo espacio cultural que se presenta como "la última librería latinoamericana en París".

"El objetivo es traer aquí a París la diversidad de editoriales que hay en Argentina, Chile, Uruguay... Y, por supuesto de España, que siempre tiene un gran movimiento literario", dijo a la AFP durante su inauguración Miguel Ángel Petrecca, porteño de 36 años.

Este poeta, editor de Gogymagog en Buenos Aires y ahora librero llena el vacío de muchos latinoamericanos y españoles residentes en Lutecia.

Las señeras Librería Española -para muchos una embajada de la España republicana- y La Hispanoamericana cerraron sus puertas varios años atrás, y El Salón del Libro tuvo una vida más reciente, aunque efímera.

"Se trata de una idea que tenía desde que llegué a París hace dos años atrás, en realidad desde antes. Soy editor en Argentina y creo que se trata de trabajos complementarios", aseguró.

Las antecesoras de Cien Fuegos se encontraban en pleno Barrio Latino, pero al igual que muchos espacios culturales del otrora reducto bohemio e intelectual de la ciudad, quizás con excepción de varias galerías de arte, fueron expulsados y reemplazados por restaurantes y tiendas de ropa de marca.

Cien Fuegos, en cambio, ocupa un pequeño local en la rue de la Forge Royale, en el "movido" undécimo distrito parisino, no muy lejos de La Bastilla.

Aunque su catálogo está en plena expansión, los títulos en los lomos de los libros dispuestos en los anaqueles combinan buen gusto y calidad.

"Nuestra oferta es trabajar con los nuevos valores, pero también con los del 'Boom latinoamericano', y los clásicos", añadió el escritor-editor.

La velada de este viernes estuvo animada con lecturas del chileno Waldo Rojas, el francés Yves Di Manno y el argentino Eduardo Ainbinder.

Pero, en tanto Petrecca quiere convertir su local en un espacio multicultural, podían apreciarse tres telas de importante tamaño del pintor también argentino Ariel Cusnir, pertenecientes a la serie-exposición "Un Restaurante".

Y tratándose de una nueva librería, no faltó la pregunta recurrente respecto a la vigencia del libro clásico ante el "E-Book".

"Creo que es una competencia. Pero el crecimiento del libro electrónico parece estar deteniéndose. La literatura necesita tiempo para ser disfrutada. Y, el soporte es también belleza. Yo, personalmente, leo en ambos soportes", explicó.

La pequeña sala se vio desbordada. Por momentos, había más público afuera que adentro aunque, solidariamente, algunos salían para dar entrada a los callejeros.

Eran decenas de personas, muchos representantes de los medios culturales latinoamericanos. Entre ellos, los escritores argentinos Luisa Futoransky y Jorge Dana, o el autor peruano Alfredo Pita.

Por supuesto, todo terminó en un brindis. La esposa de Petrecca, Paz Levinson, galardonada como "Best sommelier of Americas 2015", y de Argentina un año antes, fue quien se encargó de este rubro y, en París, vino y literatura van de la mano.

age/tjc

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