"Bajo sospecha", una serie policial sin pistolas sobre un secuestro infantil

  • Manuel Carretero.

Manuel Carretero.

Vitoria, 5 sep.- Una niña desaparece en plena celebración de su primera comunión. Con este planteamiento se inicia la serie "Bajo sospecha", con la que Antena 3 recupera el género policial desde la intriga y el suspense, sin pretender "profundizar en el dolor" que podría ser el de muchas familias reales.

Al pequeño pueblo de Cienfuegos llegan en la ficción dos policías infiltrados, interpretados por Blanca Romero y Yon González, a las órdenes de un comisario, al que da vida Lluis Homar, un grupo que intentará dar respuestas a los padres de la niña (Pedro Alonso y Alicia Borrachero).

Borrachero ha confesado hoy en la presentación de la serie, en el Festival de Televisión de Vitoria, que su personaje es "delicado" y que en ocasiones le produce "pudor", porque hay personas que pueden estar pasando por esta situación".

Esta "responsabilidad" añadida a cualquier trabajo la ha solventado gracias a un "trabajo fino y humano", y gracias a los guiones de la ficción producida por Bambú, dirigidos por Silvia Quer y Jorge Sánchez Cabezudo.

De hecho, la serie ha contado con el asesoramiento de un grupo de policía especializado en desapariciones, según ha explicado a Efe la productora Teresa Fernández Valdés: "Vieron los guiones completos y nos dijeron que las reacciones de los personajes eran las habituales entre las familias que han sufrido este tipo de casos".

No obstante, "Bajo sospecha" no pretende "profundizar en el dolor", explica Fernández Valdés, quien reconoce que el guión se les pudo "ir de las manos" en un principio, pero se llevó al terreno de la intriga y el suspense, en "un 'thriller' más contenido, con un lenguaje diferente al que asociamos en España a lo típicamente policial".

Por su parte, Lluis Homar, a quien le "apetecía mucho" este papel de comisario, porque no tiene "dobleces ni dobles caras", ha dicho a Efe que, "cuando hay un secuestro, siempre es terrible" y que la ficción está de alguna manera "en contacto con la realidad", aunque la historia de "Bajo sospecha" no es nada "tenebrosa, solo humana".

La ficción se plantea así como una especie de Cluedo, el popular juego de intriga policial, en el que numerosas pistas no llegarán a ningún sitio.

"El peligro del 'thriller' es avasallar al público, y aquí se trata igualitariamente, como si fuera parte activa de la acción, que por otra parte es un viaje de cierta hondura, muy enriquecedor para un actor", ha apuntado al respecto Pedro Alonso.

De hecho,los actores no conocen el desenlace, algo que está provocando "una especie de psicosis" en Blanca Romero, que paró la grabación de una escena porque creyó encontrar al culpable al escuchar los diálogos, ha confesado hoy la actriz.

También habrá la habitual tensión sentimental en este tipo de producciones, protagonizada por dos policías infiltrados: él, un veterano en ese terreno, y ella, una psicóloga debutante en las labores policiales.

La ficción, que previsiblemente se estrenará en el último trimestre del año, se plantea como un caso cerrado, aunque la directora de Ficción de Antena 3, Sonia Martínez, ha explicado hoy que podría contar con el mismo equipo de protagonistas investigando otros hechos.

Rodada en Segovia y en la sierra de Madrid, el reparto lo completan Aroa Palacios, en el papel de la niña desaparecida (Alicia Vega), Armando del Río, Melanie Olivares, José Ángel Egido y Natalia de Molina, que se estrena en televisión tras recibir este año el Goya a la actriz revelación por "Vivir es fácil con los ojos cerrados".

El grupo de actores y creadores será hoy protagonista de la alfombra naranja del Festival de Televisión de Vitoria, en el estreno de la serie en el certamen más importante de España dedicado a este medio, que mañana celebrará su gala de clausura.

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