'La cámara oscura', un sorprendente filme argentino sobre la mirada humana

  • Lérida, 31 mar (EFE).- La directora argentina María Victoria Menis presentó hoy en la Mostra de cine latinoamericano de Cataluña (noreste de España) 'La cámara oscura', una sorprendente 'reflexión sobre la subjetividad de la mirada humana' y sobre el diferente concepto de belleza que hay en cada época.

Lérida, 31 mar (EFE).- La directora argentina María Victoria Menis presentó hoy en la Mostra de cine latinoamericano de Cataluña (noreste de España) "La cámara oscura", una sorprendente "reflexión sobre la subjetividad de la mirada humana" y sobre el diferente concepto de belleza que hay en cada época.

En su regreso al cine cuatro años después de su premiada "El cielito", Menis ha adaptado un relato de Angélica Gorodischer, que cuenta la historia de una mujer considerada fea en la Argentina rural de finales del siglo XIX y comienzos del XX.

Una coproducción franco-argentina sobre un personaje "muy contemplativo, muy silencioso, con una gran relación con la naturaleza" y sobre cómo los demás lo perciben, explicó hoy Menis en rueda de prensa al presentar este filme, en competición oficial en la Mostra, que se celebra en Lérida.

"La cámara oscura" es una película de época que se desarrolla en el campo de las afueras de Buenos Aires y en la que la protagonista, Gertrudis (una estupenda interpretación de Mirta Bogdasarián), habla con la mirada, con los gestos, desde la "autoinvisibilidad" del personaje y con apenas tres frases.

Gertrudis nace de una familia de emigrantes judíos que llega a Argentina a finales del siglo XIX y desde su nacimiento es considerada fea por los miembros de su familia, en especial por su madre, que incluso la hace mirar hacia abajo en las fotografías para que no se le vea la cara.

Una fealdad que siempre lastrará a Gertrudis y que la lleva a autoexcluirse y aislarse de todo y de todos a pesar de llevar una vida aparentemente normal.

Ese era uno de los puntos más importantes para la directora, que explicó cómo hizo hincapié en mostrar la vida diaria de Gertrudis, que es como la "de una mujer normal, que realiza sus tareas cotidianas" y que "representa a muchas mujeres, incluso en la actualidad, que no pueden decidir sobre sus vidas".

Una historia narrada con una excelente fotografía que muestra la belleza y dureza de la vida en el campo y con un protagonismo buscado de planos largos y estáticos.

En la película uno de los protagonistas es un fotógrafo (al que da vida de forma muy sutil el francés Patrick Dell'Isola) y la historia "tiene mucho que ver con la fotografía", por lo que la directora tuvo muy claro desde el principio que era necesaria una gran estaticidad en los planos.

"Era muy importante para mostrar cómo ella se siente como acribillada por la cámara", señaló Menis, que agregó que "no por realizar 500.000 cortes una película tiene buen ritmo. Puede ser un plomazo total".

Además, en varias de las escenas de la película, la acción ocurre fuera del campo visual, se desarrolla más en la imaginación del espectador porque, insistió Menis, "es sobre la mirada humana, que fantasea e imagina".

Un filme en el que se mezcla el color y el blanco humano, con un par de secuencias de animación de claro carácter surrealista y en el que cada plano y cada objeto tiene un significado y en el que la brillantez técnica con la que está rodado no oculta el dramatismo de su planteamiento.

Y para poder dar la fuerza que la historia requería, lo más difícil fue encontrar a la actriz adecuada.

"Fue un casting muy difícil porque yo no quería a nadie a quien tuviera que cambiar, afear", reconoció la directora.

Muchas actrices guapas querían el papel pero aunque a Menis le encantó el trabajo de Nicole Kidman en "The hours", ella no quería prótesis, maquillaje exagerado ni alguien a quien al final "se le sacara la ortodoncia y fuera un cisne".

Necesitaba una actriz "con físico adecuado y que transmitiera" toda su riqueza interior y eso lo encontró en Mirta Bogdasarian, procedente del teatro y que hace su debut en el cine con esta interpretación, llena de matices, de miradas y de una dulzura que nadie parece apreciar en la historia.

Alicia García de Francisco

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