Las parejas de policías patrullan de nuevo en el cine

Sin tregua, la película dirigida por David Ayer, viene a renovar el subgénero de las buddy movies protagonizadas por policías. El responsable del guion de Training Day y realizador de Dueños de la calle aporta un tono casi documental a las aventuras de dos jóvenes agentes de la ley que patrullan por Los Ángeles.

Ambos, encarnados por Jake Gyllenhaal y Michael Peña, creen verdaderamente que su misión es servir y proteger a la ciudadanía hasta sus últimas consecuencias.

Ayer no olvida algunos elementos fundamentales en las películas de parejas de policías: amor fraternal, humor y las habituales escenas de acción.

La película vuelve a enseñarnos las peripecias de un dúo de agentes inexpertos. Hace unos meses, Infiltrados en clase, la adaptación de la serie de televisión Jóvenes policías, ya nos mostró a dos pipiolos que se hacían pasar por alumnos de un centro de secundaria para investigar un asunto de drogas.

El extraño dúo formado por Jonah Hill y Channing Tatum nos ofreció una mezcla donde acción y comedia se daban la mano. Precisamente, el cóctel de humor y thriller fue el que convirtió a Arma Letal en la saga más famosa de las buddy movies.

Danny Glover daba vida a Roger Murtaugh, un detective afroamericano que es todo un hombre de familia, mientras Mel Gibson encarnaba a su compañero, un agente algo loco con cierta habilidad para descontrolarse. Ambos compartieron pantalla en cuatro entregas que se convirtieron en verdaderos éxitos de taquilla.

Su legado fue recogido por Will Smith y Martin Lawrence, dos de las estrellas más relumbrantes de la comunidad negra norteamericana, en las dos entregas de Dos policías rebeldes. El director Michael Bay fue el responsable de dar su particular toque espectacular y esteticista a las aventuras de este gracioso dúo.

La mezcla de chistes y secuencias llenas de adrenalina volvió a funcionar en la saga Hora punta. En tres películas, Jackie Chan y Chris Tucker interpretaron a dos agentes peculiares. El primero era un especialista en artes marciales, mientras que el afroamericano cargaba con la parte más humorística. El aburrido Brett Rattner realizó la taquillera trilogía.

Dentro del género de parejas de policías también resulta ineludible hablar de las versiones cinematográficas de teleseries. Michael Mann, por ejemplo, adaptó al cine Corrupción en Miami. El director sustituyó a Don Johnson y Philip Michael Thomas por Colin Farrell y Jamie Foxx. El toque cool del original se mantuvo, aunque la película resultaba bastante más aburrida que su precedente televisivo.

Más curiosa es la versión para el séptimo arte de todo un clásico policial: Starsky y Hutch. Ben Stiller y Owen Wilson, dos de las estrellas de la comedia estadounidense, tomaron el look setentero del original y acercaron las aventuras de los dos policías al territorio del humor. La combinación no acabó de funcionar.

Algo que sí ocurrió en Los otros dos, una de las parodias más afortunadas del subgénero.Will Ferrell y Mark Wahlberg daban vida a dos agentes poco valorados por sus compañeros que tratan de convertirse en los más populares del departamento. El público de Estados Unidos respondió positivamente a la película, aunque no tanto el español.

Unas décadas antes, Bud Spencer y Terence Hill les había precedido como dúo de divertidos policías. La pareja de actores italianos se ganó la simpatía de los niños y adolescentes de los 70 y 80 con Dos superpolicías y Dos superpolicías en Miami, verdaderos clásicos del cine de barrio.

Lejos del buen rollo de las versiones más humorísticas, encontramos dos de los largometrajes que más provecho cinematográfico han sacado del emparejamiento de un agente veterano y otro novato. Es el caso de Se7en, donde un viejo detective con los rasgos de Morgan Freeman daba consejos sobre la vida y el oficio a Brad Pitt. Ambos investigaban a un peligroso psicópata obsesionado con los siete pecados capitales.

La mezcla de experiencia y juventud dio de nuevos buenos resultados en Training Day. El carácter expeditivo del experimentado policía encarnado por Denzel Washington contrastaba con la inexperiencia de Ethan Hawke.

No obstante, quizá la pareja más rara del subgénero de las buddy movies es la formada por Robocop y la agente Anne Lewis en la película Robocop. La combinación de cyborg y mujer policía resultó chocante en un género que tiende al lugar común.