Molina Foix filma el encuentro entre dos mundos en "El dios de madera"

  • Málaga.- El escritor y crítico Vicente Molina Foix ha rodado lo que califica como "una especie de fábula sobre la llegada del nuevo mundo al antiguo" en "El dios de madera", su segunda película, presentada hoy en la sección oficial del decimotercer Festival de Cine Español de Málaga.

Molina Foix filma el encuentro entre dos mundos en "El dios de madera"
Molina Foix filma el encuentro entre dos mundos en "El dios de madera"

Málaga.- El escritor y crítico Vicente Molina Foix ha rodado lo que califica como "una especie de fábula sobre la llegada del nuevo mundo al antiguo" en "El dios de madera", su segunda película, presentada hoy en la sección oficial del decimotercer Festival de Cine Español de Málaga.

"Nosotros somos el viejo mundo, seres con una cultura muy milenaria y muy nutrida de contenidos", y la llegada de ese "nuevo mundo" que son los inmigrantes suscita distintas respuestas, "como la atracción y también el temor", ha afirmado en rueda de prensa Molina Foix.

"El dios de madera" muestra una doble pasión amorosa en la que intervienen Yao (Madi Diocou), un senegalés que vende en la calle; el marroquí Rachid (Soufiane Ouaarab), que se gana la vida como peluquero; María Luisa (Marisa Paredes), una viuda que no olvida su pasado, y su hijo Róber (Nao Albet), que está enamorado de Rachid.

Para el director, aunque no es "una película social ni de alegato", sí tiene "un discurso y un fondo social en el cual transcurre la acción dramática, cómica y sentimental".

Le interesaba reflejar "las distintas miradas a los que llegan y también cómo ellos nos miran", ha dicho Molina Foix, que ha creado el guión a partir de un cuento que escribió en 1996, "cuando el fenómeno de la inmigración casi empezaba".

Asegura que "nunca" haría una adaptación al cine de una novela propia, "porque las novelas ya están escritas y son un mecanismo narrativo completo", mientras que un cuento "es distinto, porque éste sólo tenía nueve páginas".

Molina Foix descubrió después de un largo proceso de pruebas de reparto a Madi Diocou, un inmigrante legal que llegó a España en patera y que todavía vende bolsos en la barcelonesa plaza de Cataluña.

De Marisa Paredes, el director ha destacado "su mezcla maravillosa de capacidad dramática y una especie de humor que no es convencional".

La propia actriz ha calificado su personaje como "una mujer convencional con algo dentro que va a salir cuando haya algo tan fuerte como Yao", y en ese momento "encuentra algo en su vida que nunca había pensado que se iba a producir".

"Descubre una serie de cosas que desconocía de sí misma, que podían estar dormidas, porque parte de sus sueños y de su vida se han quedado encerrados con llave", ha añadido Marisa Paredes.

También ha subrayado que "el mestizaje es el futuro, el presente y el pasado, y no podemos escaparnos a eso, porque es enriquecedor y es absurdo negarse a algo que te aporta".

En este sentido, la actriz considera que "a la sociedad le cuesta dar pasos adelante, pero si puede, lo aprovecha a su favor", y "es difícil acabar con esa hipocresía".

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