Omar Sy, el actor de "Intocable", vuelve de "poli bueno" en "Incompatibles"

  • Alicia G.Arribas.

Alicia G.Arribas.

Madrid, 21 mar.- El actor Omar Sy, el ayudante de François Cluzet en "Intocable", vuelve a las pantallas españolas con "Incompatibles", una comedia de acción con la que el francés quiere convencer a los niños de los suburbios, como él, de que pueden llegar a ser cualquier cosa que se propongan.

"En Francia todo el mundo piensa que ningún niño de los suburbios quiere ser poli, pero no es verdad, no está excluido que cualquier niño sueñe con ser médico, poli o presidente de la República, por qué no, creo que no hay que quitarles esta idea, que además está en mi desde antes de 'Intocable'", dice en una entrevista con Efe.

De padre senegalés y madre mauritana este actor de 35 años consiguió el César al mejor actor (equivalente al Goya español) por su trabajo en "Intocable", segunda película francesa más vista de la historia (tras "Bienvenidos al Norte") con la que entró por la puerta grande al mundo del cine.

Un reto que Sy (Trappes, Francia, 1978) no ve como responsabilidad añadida, porque, según dice, "Intocable" no ha modificado su interior, asegura.

"'Intocable' no me ha cambiado en absoluto. Para mi ha sido más una ocasión de hacer cosas distintas, una puerta a otra vida, y estoy muy contento de tener la posibilidad de contar otras historias y tener papeles más importantes", afirma.

Y añade: "Mi responsabilidad es ser lo más sincero posible, y luego, por una cuestión de sensibilidad, saber de qué quieres hablar; yo, por ejemplo, en 'Intocable' quería hablar de amor, de esperanza y de amistad y eso hicimos, y aquí se trata de hacer ver las barriadas, los granujas y la relación con los polis".

En "Incompatibles", que se estrena mañana en España, Sy es Ousmane, un policía de un suburbio de Bobigny (cercano a París) que se empeña en investigar un crimen "al otro lado de la periferia" (su título original en francés), en la zona rica de la capital, junto al capitán de la brigada criminal de París (Laurent Lafitte), a pesar de que lo suyo son los delitos económicos.

Desde su punto de vista, un actor deja en cada personaje "un poco de sí mismo" y considera que "tanto en Driss como en Ousmane es así; quizá el orden del policía y que se sienta incómodo en una orgía -su pudor, explica- es mío, está claro, pero también es mía la locura de Driss de colarse en cualquier sitio, eso también lo tengo".

El actor negro, de impecable planta en sus 1,92 centímetros de altura, consiguió este año desbancar en la lista de "Le Journal du Dimanche" al tenista Yannick Noah, que durante años ocupó el número uno como preferido de los franceses, atendiendo a sus valores como modelo republicano y de ascensión social de niño de suburbio.

"Me ha emocionado mucho, es muy gratificante saber que la gente te valora, y te quiere. Y como he conseguido el objetivo, estoy encantado, pero no me hago demasiadas ilusiones, no hago de esto el empeño de gustar a todo precio. Soy como soy y que la gente me quiera así me emociona el doble".

Dirigida por David Charhon, y con Sabrina Ouazani ("De dioses y hombres") en el reparto, la película es una auténtica "buddy movie" a la francesa llena de guiños al cine americano.

Sy reconoce la suerte de haber trabajado con actores como Cluzet o Laffitte ("Pequeñas mentiras sin importancia"), y añade que, además del encuentro entre los personajes, se produjo un encuentro entre actores imprescindible para que la película sea un éxito.

"Me gusta que sea así, aprecio que en el momento que vas a interpretar al personaje, mi colega me crea, eso es lo que más me interesa, este intercambio", abunda.

Curiosamente, "Un gran equipo", la película que rodó entre "Intocable" e "Incompatibles", llegará después de ésta -el 26 de abril- a las pantallas españolas, otra comedia, explica Sy, esta vez sobre el mundo del fútbol en la que comparte cartel con Gad Elmaleh, otro cómico francés notable.

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