¿Oscar cantado para Daniel Day-Lewis por 'Lincoln' o favoritismo peligroso?

La película Lincoln tiene innumerables virtudes. A saber: una dirección muy buena de Steven Spielberg, capaz de mantener la tensión en 149 minutos de diálogos sin acción con final conocido; un Tommy Lee Jones nominado al Oscar que borda el papel de congresista polémico; un guión sólido con brillantes diálogos, una Sally Field también nominada que resulta desgarradora, un James Spader que es el contrapunto cómico a David Strathairn, una demostración de los entresijos más oscuros de la política, un alegato por la igualdad de razas…

Pero por encima de todo aparece el actor protagonista, Daniel Day-Lewis, que brinda una interpretación espectacular que huele a Oscar. Es capaz de mostrar gravedad y autoridad, y un segundo después el lado más entrañable del decimosexto presidente de los Estados Unidos, Abraham Lincoln, contando una hilarante anécdota. Es capaz de reflejar en la pantalla el cansancio físico del dirigente por todo lo que soportaba a nivel familiar y político. Transmite todo eso con su voz y sus gestos, con su forma de andar e incluso con sus silencios. Te crees que es el presidente Lincoln y te crees todo lo que hace.

A eso también ayuda la caracterización física, muy buena, pero ésta se quedaría en pura fachada de no ser por todo lo que ofrece el actor. Cuando el británico lo da todo en pantalla se nota, ¡vaya si se nota!, y en Lincoln lo hace. Parece increíble que rechazase por dos veces el papel que le ofrecía Spielberg, que ha demostrado su acierto al empeñarse en contar sí o sí con el intérprete.Un papel predestinado al Oscar

De cara a la gala de los Oscar 2013, Daniel Day-Lewis parece favorito para ganar su tercera estatuilla dorada tras las conseguidas gracias a Mi pie izquierdo (1989) y Pozos de ambición (2007). De ganar el Oscar, igualaría a Jack Nicholson y Walter Brennan como los actores más premiados, aunque en su caso los tres Oscar serían como actor principal. Nicholson tiene uno de Mejor actor de reparto y Brennan, los tres.

Pero no sólo su magistral interpretación le permite acariciar el Oscar. Da vida al presidente más querido de los Estados Unidos, y eso es un punto extra. Además, la película trata sobre la aprobación de la Decimotercera enmienda, la de la abolición de la esclavitud, lo que también genera simpatías por doquier hacia él, y eso que en el film se ve a un Lincoln que recurre incluso al soborno y al perjurio para acabar con esa lacra. Peo es por una buena causa.

Por si todo esto fuera poco, Daniel Day-Lewis acaba de ganar el Globo de Oro a la Mejor interpretación por un actor en un drama. Lo ha hecho, por supuesto, por Lincoln. ¿Tiene, pues, el Oscar en el bote? No. La competencia este año es bastante dura, en especial de dos de sus cuatro oponentes, que también han realizado interpretaciones dignas de que su nombre sea el incluido en el sobre del ganador.Duelo a tres bandas con Hugh Jackman y Joaquin Phoenix

El favoritismo puede ser un arma de doble filo para Daniel Day-Lewis porque tiene rivales importantes, sobre todo dos. Sería un sorpresa que Bradley Cooper ganase su primer Oscar por El lado bueno de las cosas, y lo mismo pasa con Denzel Washington por El vuelo, aunque este actor cuenta con el peso de sus dos estatuillas previas. De todas formas, tienen ambos sus opciones.

Sin embargo, derrotar en la votación a Hugh Jackman y Joaquin Phoenix va a ser harina de otro costal. El primero ha realizado una gran interpretación en Los Miserables, con el valor añadido de que ha sido en un musical y cantando en directo. Parece haber nacido para dar vida a Jean Valjean.

No tiene ninguna estatuilla dorada, pero acaba de ganar el Globo de Oro a la Mejor interpretación de un actor en una comedia o musical. El australiano es un actor muy querido en Hollywood y con una carrera a sus espaldas donde mezcla papeles para películas más comerciales con otros más compremetidos.

En cuanto a Joaquin Phoenix, sus interpretaciones suelen ser muy intensas, al estilo de las de Daniel Day-Lewis. En The Master vuelve a mostrar su mejor cara, la de un actor que siempre ha prometido muchísimo pero que por algunas circunstancias no ha acabado de explotar.

Su papel incluye deterioro físico e incluso mental, algo del gusto de los académicos, que muchas veces han premiado interpretaciones de este estilo. Tiene dos nominaciones previas que se quedaron sin premio, aunque la Academia no siempre compensa estas cosas.

¿Podrá alguno de estos actores derrotar al presidente Abe? En la gala de los Oscar llegará la respuesta el próximo 24 de febrero.

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