Peter Jackson aspira con la película 'El Hobbit' alcanzar lo que Tolkien no logró con la revisión de la novela

    • El director justifica que creó personajes ajenos a la novela de Tolkien para que el filme no se convirtiera en una película infantil y así poder retomar con sus cambios la revisión inconclusa que el escritor descartó en 1960.
Primera imagen de Frodo en 'El Hobbit: Un viaje inesperado'
Primera imagen de Frodo en 'El Hobbit: Un viaje inesperado'
David González | aviondepapel.tv

La adaptación de una novela al cine casi nunca contenta a nadie. Más aún cuando hablamos de un escritor, con millones de seguidores como J. R. R. Tolkien.

Ahora, que se estrena en España El Hobbit: un viaje inesperado, un libro guía desvela lo que ya sabíamos: por qué Peter Jackson renunció a dirigirla en un primer momento, pero también cuáles son sus aspiraciones como director en esta nueva trilogía.

El cineasta neozelandés temía que si aceptaba la silla de director de El Hobbit se vería obligado a mejorar el éxito que obtuvo con El Señor de los Anillos–Óscars incluidos-.

Lo recuerdan sus palabras recogidas en El Hobbit: viaje inesperado. Guía oficial de la película, de Brian Sibley (Minotauro, 2012). Sin embargo, también resuena otra ambiciosa afirmación, que quizás desconcierte a los lectores de Tolkien.

Jackson sabía que Tolkien intentó revisar El Hobbit para cambiar el tono y acercarse más al deEl Señor de los Anillos. El escritor retomó la reescritura 23 años más tarde de su publicación. No obstante, después de tres capítulos cesó en su empeño. Los cambios eran demasiado profundos para un libro ya muy adorado por los lectores.

"En nuestra adaptación de El Hobbithemos hecho algo que Tolkien no logró en el papel y espero que resulte refrescante para la gente que no ha visto nunca toda la historia en orden cronológico", explica en una de las entrevistas de este libro guía.

El director era consciente queEl Señor de los Anillos era una novela para adultos, mientras que El Hobbit,un libro infantil muy complicado de llevar a la gran pantalla.

El primero tenía como motor argumental la lucha entre el bien y el mal con final apocalíptico. Las aventuras literarias del hobbit Bilbo Bolsón–según afirma Jackson- son simplemente "una historia que trata de un grupo de enanos que intentan reconquistar su patria".

Por ese motivo, Jackson no quería volver a la Tierra Media. No rodaría una película para niños o para adolescentes.

"Regresar a ese mundo para una película destinada a un público más joven no era algo que realmente me apeteciera", dice el cineasta.

De ahí que, tras cambiar de opinión y aceptar la dirección, realizara una adaptación más personal de la novela, con cambios y nuevos personajes; pero, sobre todo, con una ambición, que no era otra que acometer con su película la revisión inconclusa que Tolkien descartó en 1960.

Entonces, Jackson encontró, según declara en este libro guía, su propio camino argumental para el guion. No fue otro que dotar de mayor personalidad a los trece enanos de la Compañía de Thorin. Todo un reto.

Pocas películas soportan a 15 personajes principales -13 enanos, un hobbit y un mago (Gandalf)-. Jackson lo había conseguido con La Comunidad del Anillo y sus nueve protagonistas, pero ahora la idea le parecía "desmesurada".

"Aunque hubo un tiempo en que no podía imaginarme rodando esta película, ahora estoy en el meollo y me siento muy feliz", declara Jackson en un capítulo de esta guía.

Así, su equipo trazó un plan. Definieron las trece personalidades de los enanos y su linaje. Thorin como líder, Balin y Dwalin serían nobles guerreros, Óin y Glóin representarían a mercaderes acomodados, y así hasta completar la clase social a la que pertenecería el resto.

Jackson decidió que cada uno de ellos tuviera un aspecto peculiar. El equipo de maquillaje, vestuario, peluquería y atrezo se puso a trabajar. Posteriormente, comenzó el casting. Y no buscaban actores con enanismo.

De hecho, el equipo de Richard Taylor (Weta Workshop) enanizó a muchos de los interpretes. El truco estaba en lograr que la cabeza del actor fuera más desproporcionada que su cuerpo. Los moldes de silicona, el maquillaje y cráneos de espuma crearon la magia.

Solo hay que ver la película para comprobar el resultado. Richard Armitage mide 1,88 centímetros, pero interpreta al líder de los enanos, Thorin.

Así lo detalla esta guía oficial de la película, un libro lleno de otras curiosidades y anécdotas de este larguísimo rodaje. Quizás, una de las más burlonas de todas sea la que hace referencia a la nariz postiza del actor Ian McKellen (Gandalf), aunque el espectador apenas se percate de ello.

Y no contaremos más. Ni los libros ni el cine se merecen desvelar sus secretos.

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