Teresa Viejo compara el talento del exilio en México con la juventud actual

  • Nana de Juan.

Nana de Juan.

Barcelona, 27 dic.- La periodista y escritora Teresa Viejo compara el talento de los españoles exiliados en México en la década de los años 40 con el la juventud actual, "que tiene que emigrar por falta de oportunidades", durante una entrevista con Efe sobre su última novela, "Que el tiempo nos encuentre".

Ambientada en la época de la "Edad de Oro" del cine mexicano, cuando la II Guerra Mundial paraliza la industria americana y el país se convierte en el Hollywood hispano, Teresa Viejo describe una tierra colorista y sensual, en la que intentan encajar los exiliados españoles procedentes de la industria del cine.

Fascinada por la historia del director de cine español Miguel Morayta, que se instaló en México en los años 40 y que seguía viviendo allí con 103 años, Teresa Viejo hizo un viaje iniciático fallido para imbuirse en la vida de esta leyenda viva del cine.

"Quise entrevistarme en México con Miguel Morayta, pero no me recibió y solo pude hablar con él a través de un biombo, hasta que me increpó 'váyase', ya que aún conservaba rencor, decepción y un enorme dolor por el olvido de su país, que no reivindicó a sus exiliados cuando llegó la democracia ", explica Viejo.

"He querido escribir una novela luminosa, colorista y sensual, porque no quería volver a la España en blanco y negro de aquella época aunque, obviamente, sí que hablo del equipaje emocional de los exiliados españoles", matiza la periodista.

En este sentido, Teresa reconoce que México fue muy generoso con los exiliados españoles, "un país en el que se encontraron un cine ávido de talentos y que les acogió muy bien, un cine que es como la metáfora de lo azarosa que puede llegar a ser una vida", reflexiona.

El trasfondo de la novela transita entre los exiliados que vuelven insistentemente al bucle del exilio, porque piensan que desde allí podrán derrocar al régimen de Franco, y los que reciben con gratitud lo que les regala la sociedad mexicana, generosa y hospitalaria, y deciden pasar página, forjar sus raíces allí e, incluso, adaptarse a los dejes del lenguaje de esta sociedad.

Al margen del México colorista de los exiliados en blanco y negro, la novela habla de secretos de familia, de relaciones personales complejas, de la capacidad de resistir frente a la adversidad, de experiencias vitales traumáticas o de cómo reinventarse a sí mismo.

"Todos los personajes de mi novela han sido marcados por un episodio cruel, que tratan de 'metabolizar' como pueden; ante un suceso muy traumático en la vida, sólo nos queda anclarnos o avanzar y cada persona es libre de decidir su destino", reflexiona Teresa Viejo.

La escritora reconoce que para escribir "Que el tiempo nos encuentre" (Martínez Roca) ha tenido que hacer una gran inmersión psicológica y crease también su propio diccionario de modismos mediante las películas mexicanas que veía, una labor que le ha costado dos años de trabajo.

Directora del programa nocturno de RNE "La Observadora", en el que bucea en el mundo de las emociones, embajadora de la Unicef, primera mujer directora de la revista "Interviú" en España, Viejo es también autora de la novela y serie adaptada para TVE "La memoria del agua", que se emitió las pasadas navidades.

La autora reconoce que su fascinación hacia el mundo del cine mexicano de la década de los cuarenta, que desconocía antes de topar con unos carteles de películas antiguas de Miguel Morayta, fue tan intensa que tuvo que hacer grandes esfuerzos para no superar las quinientas páginas prometidas en su novela.

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