Campoamor y Kent, dos mujeres que lucharon por el voto femenino

  • Ambas ocuparon escaños en el Congreso tras proclamarse la II República. 
La científica Margarita Salas recibirá el premio Clara Campoamor del Ayuntamiento en conmemoración del Día de la Mujer
La científica Margarita Salas recibirá el premio Clara Campoamor del Ayuntamiento en conmemoración del Día de la Mujer

Abogadas, políticas, "feministas, y mujeres. Clara Campoamor y Victoria Kent tenían, aparentemente, mucho en común, aunque en un momento clave sus posturas quedaron enfrentadas.

Clara Campoamor consigue su acta de diputada al proclamarse la II República por Madrid, dentro del Partido Radical de Lerroux, tras no conseguir encabezar ninguna de las listas de Acción Republicana. Por su parte, Victoria Kent consigue un asiento con el Partido Republicano Radical Socialista, por Jaén. En esos años, las mujeres podían ser elegidas, pero no electoras. No todavía.

Ellas dos, junto con Margarita Nelken, del Partido Socialista, que se incorporaría meses más tarde cuando ya se había aprobado el sufragio femenino, fueron las tres únicas mujeres que tuvieron su sitio en el Parlamento, cosa que cambiaría a partir de 1933, con el triunfo de la CEDA.

Desde el mismo momento en el que ocupó su escaño, Clara Campoamor puso todo su empeño en conseguir que la mujer tuviera los mismos derechos que los hombres, en contra de su partido. No fue fácil, los obstáculos se sucedían uno detrás de otro. Incluso de quien menos se lo esperaba. La campaña en favor del sufragio femenino duró meses, en los que las dos mujeres presentes en el Congreso tuvieron que soportar todo tipo de comentarios de menosprecio y burla hacia la mujer.

"Se dice que el peligroso voto de la mujer puede dar el triunfo a la Iglesia. Yo les diría a estos pseudoliberales que debieron tener más cuidado cuando el siglo XIX dejaban que sus mujeres frecuentaran el confesionario y que sus hijos poblaran los colegios de monjas y de frailes", señalaba Campoamor el 1 de septiembre de 1931, tal y como recoge Isaías Lafuente en su libro Clara Campoamor: La mujer olvidada.

El momento de poner fin al debate fue el 1 de octubre de 1931, esta cita estuvo marcada por un intenso enfrentamiento dialéctico entre Clara Campoamor, que se posicionó a favor de otorgar el derecho de voto a la mujer, y Victoria Kent, que pese a su condición, expuso sus razones para posponer la aprobación de ese derecho. Fragmentos del debate entre Clara Campoamor y Victoria Kent el 1 de octubre de 1931

Intervención de Victoria Kent

"Señores diputados, pido en este momento a la Cámara atención respetuosa para el problema que aquí se debate, porque estimo que no es problema que debamos pasar a la ligera; se discute en este momento el voto femenino y es significativo que una mujer como yo se levante en la tarde de hoy a decir a la Cámara sencillamente que creo que el voto femenino debe aplazarse. Que creo que no es el momento de otorgarle el voto a la mujer española. Lo dice una mujer que en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal. (...)

Por creer que con ello sirvo a la República… es por lo que me levanto esta tarde para pedir a la Cámara que despierte la conciencia republicana, que avive la fe liberal y democrática y que aplace el voto de la mujer. Lo pido porque no es que con ello merme en lo más mínimo la capacidad de la mujer; no, señores diputados, no es cuestión de capacidad, es cuestión de oportunidad para la República (...)

Si las mujeres españolas fuesen todas obreras, si las mujeres españolas hubiesen atravesado ya un período universitario y estuvieran liberadas en su conciencia, yo me levantaría hoy frente a toda la Cámara para pedir el voto femenino.

Pero en estas horas yo me levanto para decir lo contrario y decirlo con toda la valentía de mi espíritu, afrontando el juicio que de mí puedan formar las mujeres que no tengan este fervor y estos sentimientos republicanos que creo tener. Es por esto por lo que claramente me levanto a decir a la Cámara: o la condicionalidad del voto o su plazamiento (...) Hoy, señores diputados, es peligroso conceder el voto a la mujer (…)".

Intervención de Clara Campoamor

"Señores diputados, lejos yo de censurar ni atacar las manifestaciones de mi colega, señorita Kent; comprendo, por el contrario, la tortura de su espíritu al haberse visto hoy en el trance de negar la capacidad inicial de la mujer… Creo que por su pensamiento ha debido de pasar de alguna forma la amarga frase de Anatole France, cuando nos habla de aquellos socialistas que, forzados por la necesidad, iban al Parlamento a legislar en contra de los suyos.

(…) Al hablar de las mujeres obreras y universitarias ¿se va a ignorar a todas las que no pertenecen a una clase ni a otra? ¿No sufren éstas como las otras las consecuencias de la legislación? ¿No recae sobre ellas toda la consecuencia de la legislación que se elabora aquí para los dos sexos, pero solamente dirigida y matizada por uno? ¿Cómo puede decirse que la mujer no ha luchado y que necesita una época, largos años de República, para demostrar su capacidad?(....)

(…) Yo, señores diputados, me siento ciudadana antes que mujer y considero que sería un error político dejar a la mujer al margen de ese derecho, a la mujer que espera y confía en vosotros (...) No cometáis, señores diputados, ese error político de gravísimas consecuencias (...)

(…) La mujer española espera hoy de la República la redención (…). No cometáis un error histórico que no tendréis nunca bastante tiempo para llorar al dejar al margen de la República a la mujer… que está anhelante, aplicándose a sí misma la frase de Humboldt, de que la única manera de madurarse en el ejercicio de la libertad y de hacerla accesible a todos es caminar dentro de ella."

Finalmente, el resultado de la votación fue de 161 votos a favor y 121 en contra. 188 diputados se ausentaron de la Cámara en el momento de la votación. Dos años después, el 19 de noviembre de 1933, las mujeres por primera vez acudieron a las urnas. El resultado no fue favorable ni para fecha Clara Campoamor ni para Victoria Kent, que perdieron sus escaños en el Congreso.

Mostrar comentarios