Cohan somete al espectador de la Seminci a un dilema moral con "Sin retorno"

  • Valladolid.- El primer trabajo del realizador argentino Miguel Cohan, "Sin retorno", estrenado hoy en el Festival de Valladolid, atrapa al espectador en un dilema de índole moral al obligarlo, de una forma muy sutil, a pensar cuál sería su reacción si estuviese en la piel de cada uno de los personajes.

Cohan somete al espectador de la Seminci a un dilema moral con "Sin retorno"
Cohan somete al espectador de la Seminci a un dilema moral con "Sin retorno"

Valladolid.- El primer trabajo del realizador argentino Miguel Cohan, "Sin retorno", estrenado hoy en el Festival de Valladolid, atrapa al espectador en un dilema de índole moral al obligarlo, de una forma muy sutil, a pensar cuál sería su reacción si estuviese en la piel de cada uno de los personajes.

Ese interrogante se plantea en cada momento y acaso configura uno de los secretos de una película sólida, creíble e imprevisible hasta el final, ya que el director esconde hasta el último centímetro de celuloide, como un as en la manga, la actitud definitiva de los protagonistas.

Un elenco muy solvente, inusual para un neófito detrás de la cámara y cimentado en Federico Luppi, Leonardo Sbaraglia, Ana Celenteno y Bárbara Goenaga, gestiona la trama de "Sin retorno", un 'thriller' psicológico que comienza con un atropello mortal y fortuito por el que responde, con varios años de prisión, la persona equivocada ante el premeditado silencio del verdadero culpable.

Miguel Cohan y su hermana Ana han elaborado a cuatro manos un guión donde no se prejuzga a los personajes, tanto para evitar una película previsible como para "no caer en maniqueísmos" que pudieran restar credibilidad a la cinta, una coproducción hispano-argentina que surgió de un taller de proyectos cinematográficos para jóvenes talentos auspiciado por la Casa de América y la Fundación Carolina.

Así se ha expresado Cohan al término de la proyección de su ópera prima en la 55 Semana Internacional de Cine de Valladolid, estreno en España, donde ha causado una muy buena impresión entre el público y los informadores que siguen el certamen, cuya sección oficial incluye un filme argentino más, "El mural", del veterano Héctor Olivera y que se pasará mañana.

"Es una película que reflexiona sobre la justicia, en qué consiste, para qué sirve y cómo actúa, pero también habla de responsabilidades individuales, sobre la sensibilidad ética de ver si podemos ser mejores en algo. Nos plantea preguntas, nos pone frente al espejo de nuestra propia identidad", ha explicado por su parte Leonardo Sbaraglia.

Es la segunda vez que este actor argentino recala en el Festival de Valladolid, que ya visitó en 2003 para presentar su participación en el elenco del filme "Cleopatra", de Eduardo Mignogna y que integró junta a Norma Aleandro y Natalia Oreiro en sus papeles fundamentales.

Al buen puerto que ha llegado "Sin retorno", al margen de la "experiencia increíble" de haber contado con "unos actores excepcionales", Miguel Cohan ha añadido la complicidad con su hermana a la hora de elaborar un guión que por esa razón "está tan armado" y goza de "tanta intensidad".

Gerardo Herrero, el productor español, se ha referido a este largometraje como el modelo de cine que él quiere o le gusta en este momento, así como "una buena prueba" de las posibilidades de trabajo y colaboración que pueden desempeñar el cine español y el iberoamericano.

Hasta alcanzar este doctorado cinematográfico, Miguel Cohan ha forjado su talento principalmente como ayudante del director Marcelo Pyñeiro en filmes como "Cenizas del paraíso" (1997), "Plata quemada" (2000), "Kamchatka" (2002) y "El método" (2005).

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