Concha Jareño reivindica con su baile el baúl de los flamencos

  • Mantón, bastón, castañuelas o bata de cola son elementos que han ido incorporándose al baile flamenco a lo largo de su historia, pero lejos de ser "las mazas y la pelota" de "lo circense" son esenciales para su desarrollo, por eso Concha Jareño ha querido reivindicarlos dedicándole su último espectáculo.

Madrid, 17 dic.- Mantón, bastón, castañuelas o bata de cola son elementos que han ido incorporándose al baile flamenco a lo largo de su historia, pero lejos de ser "las mazas y la pelota" de "lo circense" son esenciales para su desarrollo, por eso Concha Jareño ha querido reivindicarlos dedicándole su último espectáculo.

"El baúl de los flamencos" se estrena el jueves en el Auditorio del Centro Cultural Paco Rabal de Madrid y es una idea original de la bailaora y coreógrafa madrileña, que codirige el espectáculo junto al también bailaor y coreógrafo Rafael Estévez.

El vestuario flamenco, explica Jareño (1977) a Efe, se ha ido construyendo a través de los tiempos, "resultado de sumar lo rural y lo urbano, lo aristocrático y lo popular, lo importado, lo español, lo andaluz y lo gitano, el diseño y lo improvisado, lo nuevo, lo arcaico y lo espontáneo".

"Le damos el protagonismo al bastón, el abanico, los 'chinchines', las castañuelas, la capa, el sombrero o la bata de cola, cosas que damos por instaladas en nuestra cultura y que llegaron un buen día de muy distintos mundos", explica.

No son, subraya, "elementos de malabares, circenses, de a ver qué soy capaz de hacer con ello", como las mazas o la pelota de la gimnasia rítmica, "sino una parte social y cultural que se ha instalado en el flamenco".

Jareño, acompañada en el escenario de otros seis músicos y bailaores, explica con su baile, en una historia cerrada, los antecedentes" y códigos simbólicos de esos objetos a partir de músicas como la petenera veracruzana, de México, "con tanta similitud con la española".

Con música de Juan Antonio Suárez "Cano", que también toca la guitarra, el cante de Paco del Pozo, y la percusión de Bandolero, la madrileña hace recorridos "de ida y vuelta" por piezas como el mantón, "que vino de China, tocó en Cádiz y llegó a Madrid".

De su investigación para el espectáculo han concluido que el sombrero, "que se usa tanto para los cantes de trilla", tiene su origen en el mundo campesino, y no en el del señorito a caballo, o que las batas de cola proceden de los "colines" franceses, "unos vestidos absolutamente aristocráticos".

"Son esencia todos de la vida real del flamenco, su crecimiento y evolución. Yo no tengo uno preferido, cada uno tiene su momento y lenguaje y me siento cómoda con todos y eso se ve en el espectáculo, que es redondo, empieza y termina, no un pegabailes", asegura.

Llevan meses preparando este estreno y su idea es grabar el jueves "un buen vídeo" que permita vender el espectáculo en otros ámbitos distintos del escénico porque, como explica, es, además de "muy entretenido", "muy didáctico".

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