Cormack McCarthy inspira al vocalista de DelTonos en otro viaje en solitario

  • Madrid.- Aferrado a su guitarra, que desenfunda a la mínima ocasión liberándolo de su estuche, Hendrik Röver, vocalista de la banda cántabra DelTonos, presenta su última aventura en solitario, "No temáis por mí", una colección de historias con acento folk que rinde homenaje a la figura del perdedor.

Cormack McCarthy inspira al vocalista de DelTonos en otro viaje en solitario
Cormack McCarthy inspira al vocalista de DelTonos en otro viaje en solitario

Madrid.- Aferrado a su guitarra, que desenfunda a la mínima ocasión liberándolo de su estuche, Hendrik Röver, vocalista de la banda cántabra DelTonos, presenta su última aventura en solitario, "No temáis por mí", una colección de historias con acento folk que rinde homenaje a la figura del perdedor.

"He debido de leer muchos libros de este estilo últimamente", ha dicho hoy en una entrevista con Efe en Madrid el cantante, quien cita como referentes a John Steinbeck o al contemporáneo Cormack McCarthy, autor de las desoladoras "No es país para viejos" y "La carretera".

El álbum, "más campestre" frente al sonido rock de su banda, es en realidad un disco doble, con doce canciones "para degustar con calma" y un CD extra de seis canciones grabadas con una banda de "bluegrass", un estilo incluido dentro del género country.

"Está más producido respecto al anterior y he adornado un poco más las canciones, pero no pierde el espíritu de cantautor", explica sobre este "No temáis por mí", que debe su nombre a uno de los cortes, una canción sobre los viajes que, en opinión de Röver, "no acaban hasta que has vuelto para contarlo".

Su viaje en el mundo de la música de la mano de DelTonos comenzó hace ya 25 años y resiste como el único miembro de la formación original. De hecho, dice haber tomado como "declaración de intenciones" la filosofía de esa canción.

"Es como decir: 'Tranquilos, sé que mi trabajo es rocoso, pero no tengo ninguna intención de dejarlo y estoy muy feliz de hacer lo que hago'", cuenta.

La incertidumbre propia de su "oficio", como él lo llama, la capea con su estudio de grabación, además de con estas aventuras en solitario, que alterna con los discos con DelTonos amén de un "acuerdo feliz" consigo mismo.

De hecho, confiesa que tras su segundo disco en solitario, "ya está maquinando" un nuevo trabajo con su banda de rock. "Tengo un saquito de canciones del que siempre se puede tirar", dice, aunque se dará unas semanas más para plantearse las cosas tranquilamente.

Más explícito se muestra sobre sus próximos objetivos en solitario: ahondar en el espíritu country, al que homenajea en algunos cortes de este disco, y grabar un disco de duetos, para el que busca compañera femenina.

"Llevo muchos años ya investigando a fondo ese estilo, tan poco valorado en España por el lamentable bajo nivel de inglés que se habla aquí y que impide entender las grandísimas letras que se esconden ahí. Es una crónica social certera y muchas veces aterradora, más que cuatro tontorrones bailando", defiende.

"Yo hago las letras en castellano para que la gente las entienda y se lleve eso a casa. Ese es el objetivo, más que ser simplemente lo que lleva la melodía un ratito y cada vez le doy más importancia. Letras tontas no se las aguanto ya a casi nadie", sentencia.

Hendrik Röver actúa mañana en la sala Boite de Madrid, acompañado por Miguel Bañón, de los Marañónes de Murcia, con un repertorio compuesto por las canciones de este disco, algunas del anterior y peticiones del público. Le seguirán más fechas por la geografía nacional, entre las que destacan Barcelona, el próximo viernes (sala RockSound) y, un día después, Zaragoza (sala La Ley Seca).

Mostrar comentarios