Un 70% son microempresas

La guerra de los libros gratis: el sector la cuestiona y Planeta redobla la apuesta

Feria del Libro de Madrid
Feria del Libro de Madrid
EP

La guerra de los libros gratis durante la cuarentena por el coronavirus está sacudiendo a todo el sector editorial. El movimiento que iniciaron algunas editoriales independientes a través de plataformas como Lektu y autores como Juan Gómez-Jurado, Rosa Montero o Blas Ruiz Grau fue seguido por nada menos que el gigante Planeta y otras de importancia como Roca, Anagrama o, ya mediada esta semana, Errata Naturae. Pero la ola se quedó en ellas porque el sector ha respondido de inmediato cuestionando . 

El debate se bifurca entre quienes apuntan que regalar un libro devalúa un sector que lleva décadas luchando por sobrevivir, que también hay que proteger a las librerías cerradas que siguen sirviendo envíos, y los que responden con que ninguna de las obras que se está ofreciendo sin pago de por medio no son novedades y que ahora es el momento de ayudar a las personas que se quedan en casa.

Tras la educación en las primeras exposiciones queda la crudeza (por lo general fácil de encontrar en los hilos de redes sociales que menudean estos días): los críticos tildan de operación de márketing y de querer sacar rédito de una crisis a los que regalan libros y desde los que han abanderado la respuesta se contesta que esta crítica responde a los modos anquilosados de una industria incapaz de la flexibilizarse.  

Sea como sea, el gran dinosaurio que ha ido por libre del resto del sector, el Grupo Planeta, no solo se ha amilanado, sino que ha replicado con una doble apuesta: en colaboración con Telefónica, ofrece una prueba gratuita de 15 días en su plataforma de libros digitales Nubico, donde se pueden leer más de 50.000 libros distintos (también novedades).

A todo esto, desde la Confederación Española de Gremios y Asociaciones de Libreros (Cegal) se ha impulsado una nota de prensa firmada por la Asociación de Cámaras del Libro que reúne a libreros, editores y distribuidores  y en la que han dejado clara "su preocupación por los efectos que esta crisis pueda tener sobre el sector". Consideran que "existe un riesgo cierto de que muchas de las empresas que conforman el tejido del sector no puedan superar las dificultades económicas que esta crisis sanitaria están creando".

A partir de este punto, tiran de cifras. Recuerdan, en primer lugar, que el conjunto del colectivo (editores, libreros y distribuidores) "comparten una tipología de empresas pequeñas, incluso microempresas, que suponen un 70% del tejido del libro y que están en riesgo de supervivencia".

Lo segundo: "La industria del libro constituye el primer sector cultural del país" y "el cálculo realizado por el sector del libro señala que la paralización de la actividad podría suponer la reducción en un tercio de la facturación del sector del libro en España, entorno a 1.000 millones de euros, 800 provenientes del mercado interior y 200 del mercado exterior del libro".

En tercer lugar, las medidas que proponen al Gobierno, concentradas en dotar de la liquidez suficiente al sector para "garantizar la solvencia de las empresas". De una manera más concreta, pero siempre con la máxima urgencia que se pueda, exigen acciones "que permitan revitalizar la actividad e incentivar la adquisición de libros una vez que se haya puesto fin a la emergencia sanitaria", como la activación de un Plan de compra para las bibliotecas a través del sistema librero en todo el territorio y para lo que es necesario "que se flexibilicen y agilicen los procedimientos de compras por parte de las instituciones".

Asimismo, solicitan que se ponga en marcha "un Bono libro para la adquisición de libros basándose en modelos ya puestos en marcha con éxito en algunas comunidades autónomas, como en Cataluña, que cumple una doble función, el fomento de la lectura e incentivar el consumo de libros. Por último, y entre otras medidas, que se articulen medidas para el uso del sistema de cheque-libros dentro de los programas de gratuidad de los libros de texto para que estos se adquieran a través de cualquier librería por parte de las familias".

Para el final, la asociación deja la crítica velada a los que regalan libros. No se les menciona, pero la exposición de la situación deja en evidencia lo que piensa la 'patronal' librera: "La lectura debe seguir estando presente en los hogares durante el confinamiento. Libreros, editores y distribuidores quieren recordar que la lectura es una actividad que puede contribuir a hacer más llevadero el necesario confinamiento en los hogares decretado para frenar la crisis del coronavirus. Como señalaba el último Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2019, para la mayoría de los españoles, la lectura es una actividad que ayuda a comprender el mundo que nos rodea, es una actividad emocionante y estimulante y nos hace más felices. Por ello, quieren señalar que, a pesar de las restricciones de movimiento, además de la relectura de los libros que ya hay en el hogar, existen otras fórmulas para acceder a la lectura y poder, así aprovechar el tiempo para entretenerse, formarse e informarse. En este sentido, recuerdan que existen plataformas colectivas de las librerías como www.todostuslibros.com, así como webs de librerías donde adquirir los libros online y que mantienen su actividad".

Y, a todo esto, terminan con el recuerdo de, sobre todo, no acudir a la piratería en estos tiempos de crisis: "La Asociación de Cámaras del libro quiere hacer un llamamiento a la responsabilidad de todos para que se evite acudir a páginas de descargas ilegales de libros que, en estos momentos, no harían más que perjudicar a un sector que ve con preocupación las consecuencias para el futuro próximo que puede acarrear la crisis sanitaria que estamos viviendo".

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