Cristóbal Gabarrón es homenajeado por poetas de los cinco continentes

  • Un grupo de poetas de los cinco continentes, entre ellos Antonio Colinas, Luis Alberto de Cuenca y Luis Antonio de Villena, se ha inspirado en la obra del pintor y escultor Cristóbal Gabarrón, a quien le han dedicado un libro de versos para celebrar su medio siglo de fecunda vida creativa.

Valladolid, 4 feb.- Un grupo de poetas de los cinco continentes, entre ellos Antonio Colinas, Luis Alberto de Cuenca y Luis Antonio de Villena, se ha inspirado en la obra del pintor y escultor Cristóbal Gabarrón, a quien le han dedicado un libro de versos para celebrar su medio siglo de fecunda vida creativa.

"Son estos unos poemas que surgen de la contemplación de la obra de Gabarrón", explica en el prólogo el escritor y periodista Jesús Fonseca, coordinador de lo que ha denominado "un tributo de amigos", que abre el portugués Albano Martins y que ha editado la Sociedad de Estudios Literarios y Humanísticos de Salamanca.

"El color de la vida", título de este homenaje, agrupa a sesenta poetas de Argentina, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Colombia, Corea del Norte, Cuba, España, Gabón, Grecia, Indonesia, Irak, Kosovo, México, Paraguay, Portugal, Túnez y Venezuela.

El libro, además de una antología literaria, lo es también de la obra de Cristóbal Gabarrón (Mula, Murcia, 1945), ya que cada poema o evocación viene inspirado por una pieza de su dilatada trayectoria: medio siglo como pintor, retratista, grabador, escultor y muralista a caballo entre España y Estados Unidos donde pasa largas temporadas desde su primera exposición en ese país.

El artista transita por la abstracción, el informalismo y el figurativismo con un "vigor formal" y una "expresividad sin límites, recuerda Antonio Colinas.

Mientras Jesús Fonseca lo define como un "poeta pintor", un "militante del arte y de la vida" es Gabarrón para el brasileño Claudio Aguiar o un "narrador mudo" para el croata Davor Salat,

Murciano de origen, de vivencia vallisoletana y adoptado por los Estados Unidos, Gabarrón recaló en Castilla y León en los años sesenta, década en la que inició sus primeros viajes a Francia y bebió de las principales corrientes pictóricas del momento.

En los sesenta y sesenta conoció la abstracción pero sin dejar de lado la constante figurativa que subyace en toda su obra, explica Julio César García, conservador del Museo Fundación Cristóbal Gabarrón, dentro de la aproximación vital y artística que cierra este tributo.

García destaca el compromiso social del artista, su cercanía al mundo del deporte, así como su pasión y vocación creativas hasta convertirse en un "adalid de la cultura".

"Su deseo de revertir a la sociedad lo que durante tantos años esta le ha aportado, le llevó en 1992 a constituir, junto a familiares y amigos, la Fundación que lleva su nombre", con sede en Valladolid, recuerda el crítico.

Su objetivo es el de "acercar a la sociedad el arte en sus más diversas facetas, labor que se ve complementada con actividades formativas y didácticas en los campos del patrimonio y la formación especializada", añade.

Con el paso de los años y al amparo de ella han surgido, también con ayudas de instituciones públicas y privadas, la Fundación Casa Pintada en Mula (Murcia) y la Gabarrón Foundation en Nueva York.

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