Cuando el teatro se convierte en irónica narración de una vida si techo

  • "Divadno" es una compañía de teatro nacida en República Checa hace un lustro e integrada por personas sin techo que trata de salir de su atolladero personal a través de una catarsis bajo los focos y delante de la audiencia.

Gustavo Monge

Praga, 1 nov.- "Divadno" es una compañía de teatro nacida en República Checa hace un lustro e integrada por personas sin techo que trata de salir de su atolladero personal a través de una catarsis bajo los focos y delante de la audiencia.

En las obras que interpretan, como "Los expertos", cuentan al público, con ironía y crudeza, sus propias vivencias al margen de la sociedad, para mostrar que esta situación no es intencional.

Resulta "muy importante no solo para los actores, sino para los que asisten a las funciones", explicó a Efe el actor Kajetán Pisarovic, que se hizo cargo del grupo hace tres años.

Reconoció, tras poner como ejemplo las trágicas consecuencias del huracán Sandy en la costa este de EEUU que, "puedes perder la casa fácilmente. No es algo tan dramático".

Pisarovic señaló que con esta iniciativa teatral quieren "romper los clichés sobre el vagabundo", a través de un relato fuerte en el que afloran deseos y afanes, y que pone de relieve que "todos ellos tratan de cambiar su vida".

"Hago teatro desde hace unos cuatro años. Es fantástico. He entrado en otro tipo de sociedad y ya no estoy en la calle. Me ayuda muchísimo", aseguró Milos Kouba, uno de los actores.

En "Los expertos", que fue interpretada en el "Salón Topic", una de las perlas del modernismo praguense, cada uno de los actores comparte su experiencia sobre la educación, el endeudamiento, el desempleo y la problemática de los sin techo.

"Estaba en desacuerdo con mis padre y me echaron de casa", cuenta Eliska al interpretar su propio papel, y luego ironiza sobre sus fracasos en la escuela, al querer crear sus propias reglas gramaticales, léxicas y matemáticas".

"El camino hacia abajo es fácil, pero el camino de vuelta es difícil. Los que colaboran con nosotros sí que lo quieren", asegura Pisarovic.

De hecho, "muchos de nuestros actores no viven en la calle y tienen un sitio por el que pagan. Se crea así una costumbre", añadió.

Pese a los fallos técnicos, retóricos y de coreografía, que se subsanan en la escuela, estos actores "ponen de manifiesto la autenticidad y veracidad, lo que es importante hoy".

No es siempre fácil, ya que existe una elevada fluctuación en la compañía, lo que dificulta el trabajo artístico.

La razón es que es un grupo abierto. "No atamos a nadie, y lo dejamos a su libre decisión. Pero esto nos complica mucho las cosas, pero tenemos un núcleo duro muchos años", afirmó Pisarovic.

Además, "la condición es que estén relativamente limpios y lúcidos. Aquí los criterios son claros. Van a los ensayos una vez por semana sin estar bebidos", destaca el director, en referencia al posible consumo excesivo del alcohol.

El teatro les brinda un "sentido de importancia y de ser excepcionales, un espacio para que su relato sea escuchado", añadió el director de teatro.

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