David Escamilla: "Quiero que dejemos de reírnos cuando hablamos de felicidad"

  • Polifacético e incansable, el escritor David Escamilla, dos meses después de publicar la novela "Palabras de amor", vuelve a los anaqueles con una guía para conseguir incrementar los índices de felicidad personales y para acabar con "las risas que provoca esta palabra entre mucha gente".

Irene Dalmases

Barcelona, 24 jun.- Polifacético e incansable, el escritor David Escamilla, dos meses después de publicar la novela "Palabras de amor", vuelve a los anaqueles con una guía para conseguir incrementar los índices de felicidad personales y para acabar con "las risas que provoca esta palabra entre mucha gente".

En una entrevista con Efe, señala que con "La semilla de la felicidad" (Plataforma Actual) reivindica la importancia de la felicidad y la necesidad de que las personas sean felices en sus vidas diarias.

"Nada es más importante que la felicidad -argumenta- pero vivimos en una sociedad tan extraña y perversa que cuando hablamos de ella todo el mundo la deslegitima, lo que no ocurre cuando tratamos sobre la industria. Quisiera que cuando se hable de felicidad la gente dejara de reír y ser condescendiente. Hemos venido aquí a ser felices, no los más ricos del cementerio".

Con un lenguaje directo y didáctico, Escamilla utiliza el caso de Bután, un pequeño país situado en las faldas del Himalaya, para destacar que es la única nación del mundo que mide el grado de felicidad de sus habitantes, lo que se conoce como "Felicidad Interior Bruta" (FIB).

El también periodista explica que los políticos de allí "miden cómo se encuentra su ciudadanía, no sólo si sus fábricas producen más o menos toneladas, porque han llegado a la conclusión de que es necesario medir las cosas que pueden parecer poco importantes pero que son fundamentales porque provocan felicidad".

A su juicio, allí han entendido que este estado de ánimo "es lo más serio que hay". "Tengámosle un respeto máximo, porque es el objetivo último", apostilla.

Reconoce, por otra parte, que en tiempos de crisis económica global, con España como uno de los países más afectados, escribir un libro sobre esta temática "es de locos, porque ahora lo fundamental es conseguir llegar a final de mes".

Sin embargo, cree que se debe resaltar que en estos momentos "compartir se impone" y agrega que la crisis puede ser una oportunidad "para mostrar que la felicidad está en el compartir, más que en el tener". "Hay que dejar de poseer para utilizar", reclama.

En la guía que acaba de publicar ofrece varios consejos e insiste en un dicho popular que afirma que "la felicidad no es un destino o un puerto al que debemos llegar. Es la manera de viajar".

Para ese viaje propone desde aficionarse a la siesta, tener un hobby o dar besos.

David Escamilla escribe, en este sentido, que: "las personas que cada día dan un beso o un abrazo (como mínimo) son más felices que las que esconden sus muestras de afecto. Y no debemos olvidar que dar un beso es una de las acciones más generosas que existen: proporciona felicidad tanto al emisor como al receptor".

En su opinión, "si las personas consiguen ser felices, conseguirán fundar familias felices, habrá empresas felices y sociedades felices".

Precisamente, avanza que está trabajando en un taller con el objetivo de presentarlo en diferentes empresas para "conseguir una revolución silenciosa en ellas y poner patas arriba todas aquellas estructuras que consiguen enfermar a las compañías".

Nacido hace 43 años en Barcelona, David Escamilla tiene en su haber una treintena de títulos, entre poesía, biografías, ensayo y narrativas, y también es consultor de comunicación estratégica y creativa en el ámbito empresarial.

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