David Hockney regresa al Guggenheim de Bilbao con 82 retratos y 1 bodegón

  • Del 10 de noviembre al 25 de febrero una muestra reúne un nuevo y destacado conjunto de obras en las que el artista británico retoma el retrato.
David Hockney en su estudio, Los Angeles, 1 de marzo de 2016
David Hockney en su estudio, Los Angeles, 1 de marzo de 2016
Jean-Pierre Goncalves de Lima

Tras su exposición de paisajes en 2012, David Hockney regresa al Museo Guggenheim  de Bilbao con una intensa y envolvente instalación en torno al retrato con la exposición David Hockney: 82 retratos y 1 bodegón.

Mediante esta exposición, en un momento de proliferación de los selfies y los retratos fotográficos en las redes sociales, Hockney reexamina el papel del retrato pintado en una instalación intensa y envolvente.

La nota diferente de la misma, el bodegón, obedece a que en una ocasión uno de los modelos no pudo acudir a la cita y el artista, deseoso de pintar, recurrió a lo que tenía más a mano en su estudio, una selección de frutas y hortalizas, para realizar su retrato.

Todo se podrá contemplar del 10 de noviembre al 25 de febrero en una muestra que reúne un nuevo y destacado conjunto de obras en las que el artista británico retoma el retrato con renovado vigor creativo y ofrece una visión íntima del panorama artístico de Los Ángeles y de las personas que se han cruzado en su camino a lo largo de los últimos años.

Tras David Hockney: Una visión más amplia, la exposición de paisajes realizada en el Museo Guggenheim Bilbao en 2012, el artista abandonó la pintura y su Yorkshire natal para regresar a Los Ángeles. Poco a poco, regresó a la sosegada contemplación del retrato y en el verano de 2013 pintó el primero de lo que acabaría convirtiéndose en un extenso grupo de más de 90 retratos, 82 de los cuales pueden contemplarse en esta exposición.

Hockney concibe estos retratos de forma colectiva, como un solo corpus artístico. La instalación plantea un recorrido cuasi-cronológico que permite realizar otro estudio psicológico: el del propio artista. Su estado

emocional parece aligerarse a medida que avanza la serie, al igual que su convicción en el formato y el medio.

Entre los modelos, todos ellos elegidos entre sus amigos, familiares y conocidos, se encuentran personas de su estudio, otros artistas como John Baldessari, y comisarios y galeristas como Larry Gagosian.

“Los famosos están hechos para la fotografía”, afirma Hockney. “Yo no hago famosos; la fotografía sí. Mis famosos son mis amigos.” Cada retrato, resultado de una observación intensa, se convierte en una especie de análisis psicológico.

Todas las obras son del mismo tamaño y muestran al modelo sentado en la misma silla, iluminado por la luz brillante y diáfana del sur de California y con el mismo fondo de un azul intenso. Fueron pintadas en un mismo marco temporal de tres días.

Gracias al virtuoso tratamiento de Hockney, la uniformidad de los elementos clave de cada pintura acentúa las diferencias entre los distintos modelos, permitiendo que sus personalidades surjan del lienzo con una cálida inmediatez. 

El director del estudio del artista, Jean-Pierre Gonçalves de Lima, asumió la tarea de programar todos los retratos a lo largo de un período de más de dos años. Hockney pintó a Edith Devaney en dos

ocasiones, primero en septiembre de 2015, y de nuevo en febrero de 2016. Este último retrato es el que está incluido en la muestra, tras un proceso en el que se eliminaron algunos retratos de personas a quienes había pintado más de una vez.

David David Hockney en su estudio, Los Angeles, 1 de marzo de 2016
Edith Devaney de 82 retratos y 1 bodegón. Acrílico sobre lienzo © David Hockney
Crédito de la foto: Richard Schmidt

Relato en primera persona de Edith Devaney

"La segunda vez que posé para él fue hacia el final del proyecto y ya había tenido la oportunidad de analizar las poses y la vestimenta de quienes habían pasado por allí antes que yo", relata Edith Devaney, comisaria de la exposición.

La única indicación que recibió fue que se recogiera el cabello. "Muchas de las modelos femeninas se habían puesto elegantes para su retrato, así que, para variar, decidí vestirme con un atuendo más informal".

Un proceso en tres partes

Relata que la sesión comenzaba en torno a las nueve de la mañana. "El estudio estaba muy ordenado, con el lienzo imprimado listo en el caballete y todas las pinturas, pinceles y paletas dispuestos sobre una mesa situada a la derecha de este".

Lo primero que tuvo que hacer fue buscar la pose. "Sentada en la silla, probé varias posturas distintas y me incliné hacia adelante con la cabeza apoyada en la mano, en la que se me antojó una postura natural y familiar. A Hockney le gustó, esperando que fuera capaz de mantenerla durante tres días".

La primera parte del proceso es el dibujo al carboncillo que Hockney traza directamente sobre el lienzo imprimado. "La perspicacia y concentración de su mirada eran notables, su cabeza moviéndose

constantemente de la modelo al lienzo".

Una vez completado el dibujo, comienza la pintura. Todos los retratos están hechos con pintura acrílica, un medio que Hockney no había utilizado en veinte años. Tras las primeras obras, comenzó a utilizar una nueva marca que tiene un mayor contenido de gel y, por tanto, permanece húmeda más tiempo, lo que le permitía, a lo largo de tres días, ir añadiendo pequeños matices al rostro de su modelo.

Durante los descansos de la mañana y la tarde, Hockney se sentaba en un sillón a cierta distancia del lienzo, analizando su progreso mientras fumaba un cigarrillo. Durante esas pausas, comentaba diversos aspectos de la pintura, pero mientras estaba pintando permanecía en el más absoluto silencio.

Un ahistoria tras cada retrato

Margaret Hockney

David Hockney tiene tres hermanos y una hermana, y todos ellos están muy unidos. Sin embargo, siempre ha mantenido un vínculo muy especial con Margaret, enfermera jubilada a la que ha dibujado en varias ocasiones en los últimos años, cuando ella y David pasaron mucho tiempo juntos en Bridlington mientras él trabajaba en sus paisajes de Yorkshire. El año pasado, ella viajó a Los Ángeles con una amiga íntima, Pauline Ling, que también posó para uno de los retratos.

Rufus Hale

En 2015 la artista británica Tacita Dean pasó algún tiempo en Los Ángeles, investigando en el Getty Institute. Durante ese período visitó a Hockney, al que más tarde filmaría fumando en actitud contemplativa para su obra Retratos (Portraits), de 2016. En su visita, la acompañó su hijo de once años, Rufus. Hockney, a quien el joven le recordó a sí mismo a tan tierna edad, sintió la necesidad de pintar a Rufus, que

demostró ser un excelente modelo y se involucró por completo en el proceso.

Jean-Pierre Gonçalves de Lima

Jean-Pierre Gonçalves de Lima conoció a Hockney cuando trabajó para él en su taller de Londres. Músico parisino de origen portugués, pasó a dirigir el gran estudio de Hockney en Bridlington durante la creación de la serie de pinturas de paisajes de Yorkshire. También ayudó a Hockney durante la realización de estos retratos, planificando cada sesión, preparando el material de pintura para el artista y creando un extraordinario archivo de fotografías que documentan las diversas fases de cada retrato.

Gregory Evans

Gregory Evans ha sido compañero íntimo de Hockney durante varias décadas y posee un profundo conocimiento de su obra. Junto con el artista, ha fundado y continúa dirigiendo el David Hockney Studio, que

supervisa la obra y los archivos del artista. Desde que se conocieran por vez primera en Los Ángeles en 1971, Evans ha posado con asiduidad para Hockney. Su buena relación y la considerable experiencia de Evans a la hora de posar para Hockney hacen que su retrato sea uno de los más distendidos del grupo.

Celia Birtwell

Desde que se conocieran por vez primera en la década de 1960, la diseñadora textil Celia Birtwell ha sido una de las más íntimas amigas de Hockney. Birtwell y su anterior marido, el diseñador de moda Ossie Clark, posaron para el célebre retrato doble del artista titulado El Sr. y la Sra. Clark, y Percy (Mr and Mrs Clark and Percy) (1970–71, Tate). Desde entonces, Birtwell ha sido su modelo femenina más habitual. Cuando esta visitó a Hockney en el verano de 2015, iba acompañada de su marido, Andy Palmer, y su nieta, Isabelle Clark, cuyos retratos también se pueden ver en la muestra.

Bing McGilvray

Bing McGilvray, artista radicado en Boston, es amigo de Hockney desde hace varias décadas. Hockney valora y disfruta de su relajada compañía y su vivo ingenio, y ambos comparten la pasión por el tabaco.

Visitante habitual en Los Ángeles, McGilvray suele hacer compañía al artista cuando los miembros de su equipo se encuentran de viaje. Hockney lo ha pintado en varias ocasiones, y cada retrato capta un aspecto distinto de su persona.

John Baldessari

Hace tiempo que el artista conceptual John Baldessari, nacido y criado en California, es uno de los artistas contemporáneos más célebres de la Costa Oeste. Algunos años mayor que Hockney, ha sido amigo suyo

durante varias décadas.

Exposición

- Fechas: del 10 de noviembre  2017 al 25 de febrero 2018
- Comisaria: Edith Devaney
- Organiza: la Royal Academy of Arts de Londres en colaboración con el Museo Guggenheim Bilbao

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