De convento de clausura a ateneo cultural

  • Málaga (Málaga), 8 oct.- El Real Monasterio de Nuestra Señora de Gracia de Vélez-Málaga, ocupado durante cinco siglos por monjas de clausura, se ha transformado en un centro cultural y las celdas que albergaban el recogido rezo de las religiosas se abren ahora a exposiciones, conciertos y teatro.

Enrique Hidalgo

Vélez-Málaga (Málaga), 8 oct.- El Real Monasterio de Nuestra Señora de Gracia de Vélez-Málaga, ocupado durante cinco siglos por monjas de clausura, se ha transformado en un centro cultural y las celdas que albergaban el recogido rezo de las religiosas se abren ahora a exposiciones, conciertos y teatro.

Así es desde que en marzo de 2012 el colectivo Sociarte, que representa a más de un centenar de artistas de todas las disciplinas del municipio malagueño, recibió la cesión de parte del convento, conocido popularmente como Las Claras por haber acogido a la comunidad clarisa en los últimos 500 años.

La empresa Conclave Nostrum suscribió un convenio con las clarisas para adquirir el edificio religioso, enclavado en pleno centro del pueblo, a cambio de la construcción de un nuevo monasterio a las afueras del municipio, al que se desplazaron las monjas en diciembre de 2009.

El presidente de Sociarte, Fernando Gil, ha explicado hoy a Efe que su colectivo, constituido en enero de 2012 y que buscaba una sede para su actividad, tuvo "toda la suerte del mundo" cuando los propietarios de Las Claras se interesaron por su proyecto y les abrieron las puertas de este espacio de forma gratuita.

Gil ha manifestado que Sociarte nació con la intención de crear una corriente que generase contactos entre artistas de cualquier disciplina y que incentivase el interés por la cultura.

Para ello, considera que era fundamental no dejar de producir actividad, algo que la asociación ha conseguido en el convento, en el que el antiguo despacho del párroco es ahora sede social y lugar de encuentros literarios y los salones parroquiales acogen una sala de exposiciones permanente y aulas en las que se han impartido casi una veintena de talleres.

El compás es escenario todos los fines de semana de un mercadillo solidario, la iglesia ya ha sido empleada para conciertos y representaciones teatrales y este próximo sábado, los locutorios y el antiguo torno de las monjas serán testigos de varias piezas de microteatro, gracias a la colaboración de Sociarte con los artistas de La Térmica de Málaga.

Esta será la primera actuación de este centro de creación de arte contemporáneo de la Diputación de Málaga en un municipio de la provincia y en los próximos meses extenderá su programación al convento de Las Claras, al tiempo que se posibilitará el intercambio de artistas entre ambos ateneos culturales.

Los miembros del colectivo no dejan de explorar el convento en la búsqueda de nuevos espacios para sus actividades, aunque siempre con la cautela que exige el cuidado a un edificio catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y con la experiencia y el bagaje de este último año y medio de trabajo para evitar precipitarse.

"Somos un grupo de jóvenes artistas con muchas ganas y éramos un poco como el niño impaciente que quiere un caramelo, pero gracias al apoyo de la propiedad, cada vez vamos haciendo un uso más responsable del convento", ha señalado Gil, que se dedica a la interpretación.

Sociarte ya conoce las críticas de aquellos sectores sociales que no aprueban que el colectivo ocupe el convento "por el simple hecho de lo que fue, pero eso no quita que ahora que estaba cerrado se le pueda dar un uso y lo aproveche todo el pueblo", ha indicado.

"Tenemos que dar con la tecla para que todos podamos disfrutar de los secretos que guarda este edificio, que son dignos de los mejores elogios", ha sentenciado.

Se trata de un inmueble fruto de dos etapas constructivas en estilos renacentista, mudéjar y barroco, que representa la tradición conventual de Vélez-Málaga durante los siglos XVI y XVII.

El monasterio comenzó a construirse en 1503, coincidiendo con la expansión de la antigua ciudad medieval amurallada, como parte del nuevo barrio extramuros en torno a la Puerta de Antequera. EFE

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