Del Álamo sale a hombros y Morante cuaja una gran faena en Santander

  • El diestro Juan del Álamo se ha convertido hoy en el triunfador de la cuarta corrida de abono de la Feria de Santiago tras cortar dos orejas al sexto toro, mientras Morante de la Puebla se reencontró con la afición de Santander al cuajar una gran faena al cuarto, merecedora de un apéndice.

David Carrera

Santander (España), 24 jul.- El diestro Juan del Álamo se ha convertido hoy en el triunfador de la cuarta corrida de abono de la Feria de Santiago tras cortar dos orejas al sexto toro, mientras Morante de la Puebla se reencontró con la afición de Santander al cuajar una gran faena al cuarto, merecedora de un apéndice.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Juan Pedro Domecq, el segundo con el hierro de Parlade, bien presentados pero muy justos de fuerzas.

José Antonio "Morante de la Puebla": media (silencio); y estocada desprendida (oreja).

José María Manzanares: media y descabello (ovación tras aviso); y pinchazo, media y tres descabellos (silencio).

Juan del Álamo: pinchazo y media (ovación); y media (dos orejas).

La plaza se llenó en una tarde despejada y calurosa con la presencia de la Duquesa de Alba en el tendido número uno, acompañada de Alfonso Díez.

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UNA FAENA DE ALTURA Y UN TRIUNFO

La gran faena de Morante de la Puebla y la salida a hombros de Juan del Álamo se convirtieron, por derecho propio, en el buen bagaje de la corrida celebrada esta tarde en el coso de Cuatro Caminos.

Importante botín teniendo en cuenta el escaso fuelle de los toros enviados a la capital cántabra por Juan Pedro Domecq, y con cuyo lote José María Manzanares no pudo apenas brillar. Morante de la Puebla firmó una importante faena a su segundo toro, de nombre 'Granuja', y al que aprovechó al máximo su repetitiva embestida.

Desde el principio embistió con transmisión hasta que se lo llevó a los medios donde el toro perdió algo de empuje. Sin embargo el de La Puebla del Río, sin suerte en sus últimas comparecencias en esta feria, se pudo reencontrar con la afición con una serie de naturales cadenciosos y con profundidad que certificaron la faena importante.

Lo mejor, para el final, con Morante metido en las tablas y ejecutando dos pares de ayudados que pusieron en pie los tendidos. La mejor manera de hacer las paces con esta afición que tanto le esperaba en Santander.

Un pinchazo con el acero le privó del triunfo y hubo de conformarse con una oreja.

Al que abrió plaza le abrevió la faena. Un toro con muchos kilos y poca clase al que el sevillano acertadamente pasaportó a las primeras de cambio viendo que no había material toreable.

Para Juan del Álamo fue el mejor toro de la tarde, el que cerró plaza, y al que cortó dos orejas aprovechando su mayor movilidad y fijeza. Faena de menos a más en la que el salmantino fue a por todas mostrándose por encima del animal con mucho temple y serenidad.

Anduvo muy torero y entregado, y el público, así como el presidente, lo entendieron, otorgándole dos orejas.

Con su primero fue ovacionado tras pinchar en un primer intento y perdiendo lo que pudo ser otro premio. Lo recibió a éste Del Álamo de una larga cambiada, con posteriores verónicas de capote, y se mostró firme durante todo el trasteo, alcanzando buenos momentos dentro de una labor variada y vistosa.

Con el "juanpedro" ya rajado el salmantino toreó en corto y sufrió un revolcón sin consecuencias para finalizar con unas ceñidas manoletinas.

José María Manzanares se lució con su primero en un lance por verónicas, lo único que le permitió el animal al alicantino ya que en la muleta no tuvo clase ni empuje. Un toro anovillado para firmar un trabajo con muchos altibajos y sin continuidad.

Con el segundo que sorteó no le cambió la suerte a Manzanares. Un morlaco sin ninguna condición con el que el diestro levantino no tuvo opciones.

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