Vuelven los Oscar. Como cada año por estas fechas, lo más granado de la industria del cine se reúne el próximo domingo 25 de febrero -madrugada del lunes en España- para repartir los galardones por las mejores películas e interpretaciones del pasado año. Una gala que se ha convertido en uno de los eventos más importantes del año y sobre la que hay millones de ojos de todo el mundo. Aunque la ceremonia en sí tiene mucho interés, su punto fuerte es desde siempre la alfombra roja.
El paseillo de las estrellas hacia el interior del Teatro Kodak es lo que más expectación genera, ya que los estilismos que se lucen son los más espectaculares que vemos en todo el año. Aunque con el nacimiento del movimiento 'Me Too' y el escándalo de los abusos sexuales en Hollywood el perfil ha bajado mucho -pues las actrices quieren que su físico sea menos comentado-, la alfombra roja siempre nos deja momentos inolvidables siempre.
Los Oscar son un escaparate enorme para las firmas de moda y lujo, de ahí que veamos looks no solo impactantes visualmente, también en cuanto a su valor. Porque en esta gala cada actor puede llevar encima miles y miles de euros en ropa y complementos. Es más, la mayoría de las veces esa cifra asciende a millones de euros. El mejor ejemplo, el Dior con el que Jennifer Lawrence recogió su Oscar a la Mejor Actriz en 2013. Sí, ese vestido 'maldito' con el que tropezó al subir al escenario. Una caída muy cara, pues el traje está valorado en 4 millones de dólares, es decir, 3,5 millones de euros.
En el pódium de trajes más caros está el que lució Nicole Kidman en el año 1997. Firmado también por Dior, en este caso su precio era de 2 millones de dólares (1,7 millones de euros). Si bien a simple vista nadie diría que ese traje cuesta ese dineral, ya que, al contrario que el Lawrence, es muy sencillo. En tercer lugar, y a mucha distancia, está el Armani Privé de Cate Blanchet en 2007, cuyo precio era de 200.000 dólares (170.000 euros).
Así, completan el 'top' 5 de modelitos más costosos Lupita Nyong'o, con su traje 2015 firmado por Calvin Klein bordado con 6.000 perlas, cuyo precio era de 150.000 dólares (132.000 euros), y el Valentino de Kate Winslet en 2007 y el Dior de Charlize Theron en 2013, pues ambos estaban valorados en 100.000 dólares (88.300 euros). Cabe destacar que el vestido de Lupita fue protagonista de los Oscar de esa edición para su desgracia, pues fue robado del hotel donde se cambió la actriz, el London de West Hollywood. No obstante, los ladrones debieron arrepentirse a última hora, porque lo dejaron en una bolsa de basura en uno de los baños del establecimiento. Este es el peligro de llevar tantas perlas encima.
Joyas millonarias
Pero si con los vestidos ya hemos visto cifras de varios millones, con las joyas la cosa se dispara mucho más. En los Oscar se lucen piezas espectaculares que están creadas con piedras preciosas que valen su peso en oro. De ahí que algunas lleven encima más de una decena de millones esa noche.
Aunque hasta ahora nadie ha conseguido superar a Gloria Stuart, la actriz que daba vida a Rose de Titanic cuando era mayor. Precisamente, ella llevó una réplica de la famosa joya sobre la que gira la trama de la película, el 'Corazón de la Mar'. El collar que lució la actriz estaba valorado en nada menos que 16 millones de euros.
Cate Blanchett no se quedó muy lejos en 2014, cuando recibió el Oscar a la Mejor Actriz por 'Blue Jasmine'. Para la ocasión la intérprete fue enjoyada de arriba a abajo, pues su Armani Privé ya llevaba multitud de lentejuelas, las cuales no fueron suficientes porque completó el traje con unos impresionantes pendientes y una pulsera de Chopard valorados en 12 millones de euros.
Otra que llevó unos pendientes nada baratos fue Jennifer Aniston en 2017, con un para de la firma Lorraine Schwartz valorados en nada menos que 9 millones de euros. Por su parte, el sencillo collar que lucía la actriz Anne Hathaway en los Oscar de 2011 no tenía nada de simple. Aunque su apariencia es delicada y elegante, su precio ascendía a 8 millones, pues estaba realizado con diamantes. Lo firmaba Lucida Start.
Por último, de nuevo Nicole Kidman, quien parece que ostenta el récord de actriz con piezas más costosas en la alfombra roja. En los Oscar de 2011, la australiana se atrevió con un ostentoso collar de L’Wren Scott compuesto por 7.600 diamantes y 1.400 quilates. Su precio, 5,7 millones de euros.
Pero que nadie piense que las estrellas se han gastado este dineral para ser las más elegantes de la alfombra roja. Nada de eso. Son las firmas quienes les prestan toda esta ropa y complementos para que los luzcan en la gala, pues como hemos señalado es un escaparate muy amplio. Una vez que acaba todo, estas piezas son devueltas a su dueños, aunque excepcionalmente se hacen vestidos para alguna actriz cuando está nominada o tiene un papel especial en la gala, y en ese caso sí se lo puede quedar. Pero lo habitual es lucirlo y devolverlo. Aunque duela.
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