Estamos inmersos en el mes de la moda por excelencia. Septiembre no solo trae el inicio de curso, también las nuevas propuestas de prendas y tendencias de cara a la primavera/verano del año que viene. Empezó Nueva York, le siguió Londres y ahora es el turno de Milán, una de las pasarelas más longevas y reputadas del mundo. Y en este escenario hemos visto el último llamamiento a una mayor diversidad y visibilidad de la mujer en este contexto.
Es innegable que el mundo de la moda vive de la imagen, pero en los últimos años ésta ha ido cambiando y las modelos perfectas, de cara angelical, piel blanca y ojos azules han ido dando paso a mujeres negras, asiáticas, musulmanas y con diferentes tallas y cuerpos. Ahora también ha entrado en juego el factor de la edad, que en el caso femenino suele ser excluyente cuando se supera cierta barrera. Si bien este domingo la firma Dolce&Gabbana quiso romper una lanza a favor de las mujeres maduras.
Porque el desfile de primavera/verano 2019 de la marca italiana fue un llamamiento a esa diversidad que tanto ansía la moda y el mundo en general. Sobre la pasarela de Milán desfilaron todo tipo de mujeres para demostrar que todas, sean como sean y tengan la edad que tengan, son bellas y válidas para cualquier cosa. Modelos de talla grande, modelos veteranas que llevan años retiradas e incluso actrices italianas míticas se pusieron las nuevas colecciones del famoso dúo ganándose la atención del mundo entero.
Porque este desfile ya se ha convertido en el 'fashion show' más viral del año y en pocas horas ha dado la vuelta al globo. Gracias a los poderosos rostros que se subieron a la pasarela. Las actrices Isabella Rossellini y Mónica Bellucci, las exmodelos Carla Bruni, Helena Christensen o Eva Herzigova, y la modelo de talla grande Ashley Graham fueron las elegidas para encabezar este nuevo movimiento en favor de la igualdad.
Tan feminista fue el desfile de Domenico Dolce y Stefano Gabbana que la escritora estadounidense Elettra Wiedermann dio de mamar a su bebé en el 'backstage', lo que demuestra que todo lo que tiene que ver con la naturaleza femenina se va normalizando en un movimiento imparable que tiene su origen en el 'Me Too'. En cuanto a la propuesta puramente estilística, la firma sigue con su tónica habitual que no ha variado en todos estos años a pesar de las tendencias.
El toque italiano se respira en toda su colección con potentes estampados, ricos bordados y tejidos en tul y seda con las flores como motivo principal. Una colección 'made in' D&G que nos invita a soñar con un verano lleno de glamour y mucho más diverso e igualitario.
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