División en la Vía de la Plata en su camino de reconocimiento por la Unesco

  • El camino para que la Unesco reconozca la Vía de la Plata como patrimonio mundial nace marcado por la división entre los que consideran que tal reconocimiento le corresponde al corredor entre Gijón y Sevilla y la de los municipios que la limitan a la antigua vía romana entre Mérida (Badajoz) y Astorga (León).

Mérida, 27 abr.- El camino para que la Unesco reconozca la Vía de la Plata como patrimonio mundial nace marcado por la división entre los que consideran que tal reconocimiento le corresponde al corredor entre Gijón y Sevilla y la de los municipios que la limitan a la antigua vía romana entre Mérida (Badajoz) y Astorga (León).

Esta semana, la Comisión de Cultura del Senado ha aprobado por unanimidad una moción impulsada por el senador del PP Antonio Galván, alcalde de Calzadilla de los Barros (Badajoz), en la que se insta al Gobierno a apoyar la candidatura de la Vía de la Plata para su inclusión en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

Sin embargo, pese a esa unanimidad, desde la Asociación de Pueblos de la Vía de la Plata (APVP), que agrupa a 44 municipios de Extremadura y Castilla y León, se considera "una osadía carente de rigor histórico" esta propuesta, ya que defienden que ese es un reconocimiento que solo le corresponde a la antigua calzada romana entre Mérida y Astorga.

Así lo ha señalado a Efe su presidente, Dionisio Castillejos, alcalde de Aldeanueva del Camino (Cáceres), que ha afirmado que Vía de la Plata "no es solo un nombre, es un hecho objetivo, palpable y perfectamente documentado"

A juicio de Castillejo, "el encanto y el elemento diferenciador de la Vía de la Plata es el camino romano con miliarios -columnas que se colocaban en el borde de las calzadas romanas para señalar las distancias-, los restos de calzada, como en Cáparra (Cáceres) o sus puentes".

Por ello, cree que el objetivo de un reconocimiento de este tipo debe ser "poner en esplendor este recorrido cultural, histórico y patrimonial" y ha insistido en que la Vía de la Plata "no puede ser un eje que abarque todo, porque su potencial se desvirtuaría y la Unesco no podría aprobar eso bajo ningún concepto".

Esta visión "cerrada" no es compartida por Galván, que insiste en que su moción no quiere "guerras", sino encontrar "un camino de paz" y recuerda que lo mismo que España se hizo con la unión de muchos territorios, el Camino de la Plata, también se ha hecho "a base de muchos caminos".

Antonio Galván, que además pertenece a la Red de Cooperación de Ciudades de la Ruta de la Plata, ha recordado, en declaraciones a Efe, que la historia "no es un circulo cerrado que no cambia", y como ejemplo cita el descubrimiento, tanto en Asturias como en Andalucía, de partes de ese trazado, que unía el sur y norte de la Península por el oeste.

En su opinión, compartida por una veintena de historiadores, según afirma, "se estaría hablando del camino más antiguo de la Península, usado casi mil años antes de Cristo".

"Yo parto del camino protohistórico de época tartesica y le sumo las visitas de Aníbal y la época romana, cuando se constituyen las dos vías, del norte y de sur", ha explicado Galván, que recuerda como la autovía A-66 y la N-630 "transcurren prácticamente en paralelo" esta antigua vía.

"Nadie puede apoderarse del título de Vía de la Plata", ha añadido Galván, que aboga por "remar todos a favor" y que sea la comisión de expertos de la Unesco "la que ponga las trabas que tenga que poner".

En lo que sí están de acuerdo ambos es en el importante revulsivo turístico y por tanto económico que tendría la declaración para los municipios afectados, ya que se convertiría en el segundo de España con este reconocimiento, tras el Camino de Santiago.

Sin embargo, desde la APVP se teme que el mayor poder político de los que defienden el corredor Sevilla-Gijón beneficie a los grandes municipios, a los que Castillejos acusa de "querer agenciarse algo que no les corresponde", quitándole a los pequeños "un recurso de desarrollo de primera magnitud".

Por eso, ha criticado la actuación de la comisión del Senado, que debería haber atendido a informes de expertos, y a los propios senadores "sean del color que sean" porque "independientemente de colores políticos está el rigor histórico y la verdad y eso es lo que hay que defender".

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