Domingo regresa al Real después del "susto" para cantarle a "su" España

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 23 jun.- Plácido Domingo regresará el próximo miércoles al Teatro Real y lo hará ya "recuperado" del "susto" de salud que le impidió hace un año cantar allí "Il postino". No será una ópera, a pesar de sus intentos, sino un concierto de música compuesto "pensando en España" y que promete ser "divertido".

Con todas las entradas vendidas desde hace meses, Domingo, de 73 años, vuelve a su ciudad natal "feliz" y dispuesto a darlo todo en el recital "A mi España", en el que, acompañado de la soprano puertorriqueña Ana María Martínez, interpretará arias de óperas de Verdi y Bizet y piezas de zarzuelas de Soutullo y Vert, Luna, Penella, Chapí, Moreno Torroba, Sorozábal y Lara.

"Hemos querido hacer una música compuesta pensando en España y con el ánimo de que sea una noche divertida", ha asegurado en rueda de prensa, a la que han asistido Martínez; el director de la orquesta, Alejo Pérez; el director del Real, Ignacio García-Belenguer; y su intendente, Joan Matabosch.

El artista ha lamentado que, a pesar de su deseo, no ha podido "resarcir" a todos quienes el año pasado compraron una localidad para "Il postino" y ha tenido que "conformarse" con un solo concierto, el miércoles.

"Quería el Bernabeú, pero me han dicho que el mismo día cantan los Rolling", ha bromeado Domingo, que, cuando en el mes de julio del año pasado ensayaba "Il postino", sufrió una embolia pulmonar que superó "sin problemas" y que no estaba, según su doctor, relacionada con el tumor de colon del que fue operado en 2010.

Después del "susto" que se llevó, no ha tenido, "gracias a Dios", ningún problema más, y su intención es "hacer planes" y seguir cantando "los próximos tres o cuatro años", "mientras el cuerpo aguante".

El artista ha enumerado como motivos para no interpretar esta temporada una ópera en el Real, como ha hecho en todas las últimas, que los teatros "matan la improvisación" porque programan "con años de antelación" y que está inmerso en su "cambio de tenor a barítono".

Además, ha remarcado, "todo" coincidió con la enfermedad del anterior intendente del coliseo madrileño, Gerard Mortier, "al que lamentablemente perdimos".

El último papel que ha cantado como tenor fue el "Cyrano" que hizo en el Real, al que siguieron en ese teatro "Simon Boccanegra" e "Il postino". Volverá allí la próxima temporada para dirigir una nueva producción de "Goyescas", de Enrique Granados, y para debutar "Gianni Schicchi", de Puccini.

"Estoy entusiasmadísimo con mi repertorio de barítono. Ya he hecho con esa voz seis o siete óperas. Los papeles verdianos para esa voz son todos conmovedores, una música verdaderamente sentida. Tengo la suerte de poder cantar la mayor parte de los 'padres' creados por Verdi. El año próximo estrenaré 'Macbeth', 'Ernani' y 'Gianni Schicchi'", ha subrayado.

Su voz, ha reiterado, es la de tenor, pero, cuando canta como barítono, busca "un tono más oscuro" y lo "logra".

"Después de cantar más de 50 años, todo lo que esté en la tesitura que ahora tengo estará bien, cantemos lo que cantemos", se ha reído.

Las óperas que más veces ha interpretado son "Otelo" y "Tosca" -225 funciones cada una-, pero la que prefiere es "la que cante en cada momento".

Al madrileño, abuelo de ocho nietos de los que, "al menos", seis "van a vivir de la música", le ha quedado "en el tintero""Tristán", pero reconoce que, si lo hubiera hecho, se habría dejado la garganta "y ahora ya no seguiría cantando".

Tiene previsto asumir por primera vez en Salzburgo en "Il trovatore" el papel del Conde Luna, barítono, y no el de Manrico, tenor, pero no las tiene todas consigo en lo que se refiere a la producción, que dirige musicalmente Daniel Gatti y en la que Anna Netrebko es Leonora.

"Me preocupa un poco, porque creo que es un museo, y yo soy el guardia, y Leonora es la limpiadora. Ya le he hecho sugerencias al director -Alvis Hermanis- y creo que las va a aceptar. Si no vale la pena, no se podrá hacer", ha zanjado.

Le gustaría que el Real "hiciera más" por el repertorio español. "En música, solo hay dos clases: la buena y la mala, y en España hay piezas extraordinarias. Creo, Joan -le ha dicho a Matabosch-, que sería bueno examinar muchas obras y sería interesante profundizar en ese repertorio", ha propuesto el madrileño, cuyo nombre suena periódicamente para dirigir el teatro.

Mostrar comentarios