Dos meses tras entrar en la UE Croacia vive tensiones nacionalistas

  • Apenas dos meses después de entrar en la Unión Europea (UE) Croacia se encuentra en medio de un conflicto interno en relación con letreros bilingües (serbios/croatas) en la ciudad oriental de Vukovar, lo que ha desatado la ira de veteranos de guerra y croatas ultranacionalistas.

Vesna Bernardic

Zagreb, 3 sep.- Apenas dos meses después de entrar en la Unión Europea (UE) Croacia se encuentra en medio de un conflicto interno en relación con letreros bilingües (serbios/croatas) en la ciudad oriental de Vukovar, lo que ha desatado la ira de veteranos de guerra y croatas ultranacionalistas.

La situación seguía hoy tensa en la ciudad de la Eslavonia oriental después de que grupos ultranacionalistas croatas destrozaran ayer a martillazos los primeros cuatro letreros bilingües colocados poco antes por las autoridades en cumplimiento de las leyes locales.

La policía ha desplegado fuertes unidades en Vukovar, destruida por las fuerzas serbias durante la guerra en 1991, mientras crece el número de manifestantes y asociaciones de veteranos que quieren viajar a la ciudad para impedir la colocación de más letreros.

"La situación es crítica. Los cuarteles de veteranos están reunidos en toda Croacia. Autobuses llenos están listos para ir rumbo a Vukovar", declaró hoy Vlado Iljkic, del "Cuartel para la defensa de Vukovar", creado para impedir la introducción del cirílico como segunda letra oficial.

El presidente del "Cuartel", Tomislav Josic, se encuentra detenido tras los incidentes violentos de ayer, cuando tres policías sufrieron lesiones al enfrentarse a los estimados 350 manifestantes.

Los ultras, apoyados por algunos frailes católicos, demandaron hoy la puesta en libertad de Josec y anunciaron que están decididos a quitar otros dos letreros bilingües que las autoridades colocaron ayer por la tarde en Vukovar.

La Ley Constitucional de los derechos de las minorías nacionales de Croacia prevé que los centros urbanos con al menos un tercio de población serbia pueden introducir el bilingüismo.

Según datos oficiales, en Vukovar la población serbia supera el 34 por ciento, lo que los ultranacionalistas ponen en duda, alegando que muchos serbios empadronados en la ciudad viven en realidad en la vecina y cercana Serbia.

"El cirílico es un símbolo de la agresión serbia", aseguran los nacionalistas croatas y piden como mínimo una moratoria de varios años a su introducción oficial en Vukovar.

Recuerdan que unas 3.000 personas murieron en los ataques serbios de 1991 y que 300 personas siguen desaparecidas hasta hoy.

Tras caer en manos serbias, Vukovar y la circundante Eslavonia oriental llegaron a formar parte de la rebelde "República Serbia de Krajina", donde se cometieron numerosas matanzas entre la población croata local.

Cuando el ejército croata logró recuperar en 1995 el grueso de "Krajina", los serbios aceptaron que bajo auspicios de la ONU la Eslavonia oriental y Vukovar fueran reintegradas pacíficamente en Croacia, entre 1996 y 1998.

El serbio y el croata son idiomas tan similares que muchos las consideran un idioma único, y en Vukovar ambos grupos hablan el mismo dialecto local, de modo que las letras latina y cirílica son uno de los pocos distintivos.

El gobierno socialdemócrata de Croacia condenó ayer enérgicamente la violencia de las manifestaciones y tachó a los protagonistas de los incidentes de "chovinistas".

El ministro del Interior, Rajko Ostojic, está decidido a colocar y asegurar los letreros bilingües sobre una veintena de edificios estatales en Vukovar.

Anoche insistió en que se repetirá la colocación "cuantas veces sea necesario" y que "no se tolerarán ataques contra la policía".

Mientras, los ultranacionalistas aseguran que no permitirán la colocación de letreros en cirílico a cualquier precio.

El líder de los serbios de Croacia, Milorad Pupovac, considera "vergonzosa" que se "estigmatice" el cirílico como "letra enemiga" y pidió una decisión del Estado para asegurar el respeto de la ley.

La campaña contra el cirílico está liderada por el "Cuartel" y apoyada no solo por asociaciones de veteranos de guerra y ultranacionalistas, sino también por el principal partido opositor, la conservadora "Unión Democrática Croata" (HDZ).

A pesar de la fuerte campaña ultranacionalista en las elecciones locales de mayo pasado triunfó en Vukovar el alcalde socialdemócrata Viktor Sabo, que hoy acusó a la HDZ de estar detrás de los desordenes, para desestabilizar el gobierno.

"Vukovar no debe ser un nuevo Beirut", advirtió en relación a los barrios étnicamente separados de la capital libanesa.

Mostrar comentarios