Eduardo Noriega muestra su lado más íntimo: "Me partieron por la mitad"

  • MADRID, 22 (CHANCE/M.A PINARDO) Desde hace cuatro años Eduardo Noriega está felizmente casado con Trinidad Oteros, con la que además comparte una hija de veinte meses. Pero llegar a está feliz situación al parecer no ha sido un camino de rosas. El actor ha reconocido para ICON, revista de El País, que a los 25 años sufrió un duro desamor.

MADRID, 22 (CHANCE/M.A PINARDO)

Desde hace cuatro años Eduardo Noriega está felizmente casado con Trinidad Oteros, con la que además comparte una hija de veinte meses. Pero llegar a está feliz situación al parecer no ha sido un camino de rosas. El actor ha reconocido para ICON, revista de El País, que a los 25 años sufrió un duro desamor.

"Me partieron por la mitad. Enfermé de desamor. Recuerdo que un amigo me decía: 'Siento que estás enfermo, pero no hay ninguna medicina para tu enfermedad, sólo el tiempo. Lo único que puedo hacer es acompañarte, estar aquí contigo, no tengo palabras de consuelo'", afirma el actor para la publicación.

Eduardo Noriega se abre en canal y profundiza en las sensaciones de aquel difícil momento para ICON. "No creía en el amor y en el ser humano. La vida no tenía mucho sentido para mí en aquella época. Estuve jodido mucho tiempo, sí, sí. Era una pareja estable, y ella tenía un niño. En ese momento de duelo no hay nada que te consuele. Me duró mucho tiempo. Y cuando ya pensé que estaba curado, me encontré con ella en un ascensor. Fue horroroso. Me di cuenta de que seguía fatal. Fue una recaída. No hablé con ella, pero me di cuenta de que no estaba curado", comenta.

Con la película 'Los miércoles no existen' recién estrenada y a la espera de presentar el próximo año 'La sonata del silencio' y 'Nuestros amantes', el actor hace tiempo que dejó atrás este duro suceso amoroso a golpe de trabajo y siendo consciente de que en ocasiones estos desastres sentimentales se dan.

No se avergüenza de asumir además que "los hombres reaccionamos de forma más patética cuando nos dejan. Porque no estamos acostumbrados a expresar nuestros sentimientos, a llorar. Tenemos poca práctica" asegura el actor cántabro, que hace tiempo que rehízo su vida y que ahora está más feliz que nunca con su reciente paternidad.

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