Edward Bunker, el escritor que fascinó a Quentin Tarantino

  • Las ediciones en castellano de 'No hay bestia tan feroz' y 'Stark' vuelven a poner de actualidad a este narrador que pasó en varias ocasiones por la cárcel.
Edward Bunker no se inventaba los escenarios criminales de sus novelas, los había vivido.
Edward Bunker no se inventaba los escenarios criminales de sus novelas, los había vivido.
lainformacion.com
Julio Vallejo / Aviondepapel.tv

"Edward Bunker es un caso único en las letras norteamericanas. Sus libros son clásicos del género criminal: novelas sobre criminales, escritas por un ex criminal, desde un punto de vista incorregiblemente criminal". Las palabras de James Ellroy, el autor de clásicos como L.A. Confidential o La Dalia Negra, describen de manera exacta la trayectoria literaria y vital de Edward Bunker, un escritor que mucho antes de escribir novela negra había pasado gran parte de su existencia a la sombra. No es extraño, por tanto, que la producción literaria del narrador trate sobre delincuentes y prisiones, dos elementos que estuvieron muy presentes durante su periplo en la Tierra.

Una vida de película

Ya su biografía, publicada en España con el nombre de La educación de un ladrón, daba para una película de cine negro. Hijo de un tramoyista y una corista del coreógrafo de Hollywood Busby Berkeley, el divorcio de sus padres le llevó a vivir en varios lugares de acogida e internados. Sus continuas fechorías provocaron que pasara varios años en reformatorios y escuelas militares hasta que, a los 17 años, ingresó en San Quintín, donde se convirtió en el preso más joven encarcelado en la mítica prisión.

Durante casi dos décadas estuvo entrando y saliendo de la cárcel acusado de varios delitos, llegando a estar en la lista de delincuentes más buscados por el FBI. Su estancia en el trullo fue aprovechada por Bunker para devorar unos libros que le empujaron a escribir sus propias obras. Sus ansias por abrirse paso en el mundo literario le llevaron a vender su sangre para poder pagar los gastos de envío de sus manuscritos a editoriales y revistas.

El esfuerzo se vio recompensado cuando en 1973 publicó No hay bestia tan feroz. A este primer título le seguirían tres novelas y una autobiografía, además de las ediciones póstumas de una novela y un libro de relatos. Sus escritos le convirtieron en un escritor de culto y le granjearon simpatías de escritores como William Styron y James Ellroy, o el cineasta Quentin Tarantino. Dos de esos trabajos literarios, No hay bestia tan feroz y Stark, han aparecido recientemente en España de la mano de Sajalín Editores.

Bestia feroz

Precisamente, el director de Pulp Fiction es uno de los más furibundos admiradores del ex delincuente. El cineasta, que incluyó al escritor en el reparto de su aclamada Reservoir Dogs, llegó a decir de No hay bestia tan feroz, el primer volumen editado por Bunker, que era la mejor novela criminal en primera persona que jamás había leído.

El libro nos cuenta, con un estilo seco y efectivo, las peripecias de un criminal en libertad condicional que, pese a sus intentos de evitar la trena, se ve envuelto en una serie de acontecimientos que le llevan a delinquir.

Stark

Al igual que No hay bestia tan feroz, Stark, está centrada en el mundo criminal. Publicada después de la muerte del autor, acaecida en 2005, aunque escrita en los años sesenta, la novela sigue los pasos de Eddie Stark, un delincuente heroinómano que, para no volver a la prisión, se convierte en confidente de un policía que quiere desarticular el "negocio" de un poderoso narcotraficante hawaiano. De paso, Stark aprovechará para intentar cubrir el hueco que deje el poderoso vendedor de droga.

Bunker y el cine

No obstante, y pese al reconocimiento literario, quizá el medio que más popularidad le ha proporcionado a Stark ha sido el cine. Además de ser el Sr. Azul en Reservoir Dogs, el ex delincuente desempeñó diversos trabajos de guionista, asesor o actor en numerosos filmes.

Su primer trabajo de relevancia en el séptimo arte fue Libertad condicional, correcta adaptación de No hay bestia tan feroz que a finales de los setenta dirigió el norteamericano Ulu Grosbard. Además de colaborar en el guión y hacer un pequeño cameo en la película, Bunker se encargó de asesorar personalmente a Dustin Hoffman, encargado de interpretar al delincuente protagonista del filme.

Unos años después, el novelista volvió a colaborar en la escritura del libreto de El tren del infierno, la peculiar historia de dos presos que se fugan de una prisión en Alaska subidos en un tren de mercancías. Como se puede ver, la combinación de criminales y cárcel parece sobrevolar la carrera del escritor.

Este binomio vuelve a estar presente en Animal Factory, adaptación de la novela homónima del antiguo criminal. El filme de Steve Buscemi, en el que también aparece Bunker como actor y productor, nos cuenta la peculiar relación que se establece entre un joven recluso y un prisionero veterano en los muros de una cárcel.

No obstante, la carrera de Bunker en la pantalla grande no se limita a su labor como guionista. El ex delincuente también ha aparecido como asesor en películas como Heat y, en calidad de actor, en filmes como Tango y Cash o Alguien a quien amar, entre otras.

Más Bunker

La fiebre Bunker en España proseguirá en los próximos meses con la publicación en castellano de Perro come perro y The Animal Factory, dos nuevas muestras del peculiar desparpajo del escritor para hablar de un mundo del crimen del que formó parte.

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