El amor a destiempo entre dos robots "electrifica" el nuevo disco de Sidonie

  • Sidonie lanza hoy su séptimo disco, el más electrónico, y lo hace hablando de robots que se enamoran a destiempo. Sierra y Canadá son los protagonistas de una historia de ciencia ficción que deja un corazón dañado y que tiene ecos en la sociedad actual, cada vez más mecanizada y "deshumanizada".

Madrid, 25 mar.- Sidonie lanza hoy su séptimo disco, el más electrónico, y lo hace hablando de robots que se enamoran a destiempo. Sierra y Canadá son los protagonistas de una historia de ciencia ficción que deja un corazón dañado y que tiene ecos en la sociedad actual, cada vez más mecanizada y "deshumanizada".

"Hay personas que solo se relacionan por 'WhatsApp'", explica a Efe el vocalista de Sidonie, Marc Ros, quien procura no utilizar demasiado Facebook o Twitter para conservar ese reducto de libertad que, según afirma, "se pierde con las redes sociales e internet".

Jesús Senra y Axel Pi completan el reparto de este grupo pop catalán que introduce en "Sierra y Canadá", su nuevo álbum, acordes más electrónicos que diferencian al conjunto de trabajos anteriores como "Sidonie", "Shell Kids", "Fascinado", "Costa azul" o "El fluido García", pero que conserva el tema de las relaciones amorosas.

Los tres componentes de Sidonie admiran a The Beatles pero, en su caso, ninguna Yoko Ono ha condicionado "aún" el futuro del grupo, explica el cantante, que "nunca" ha tenido una relación estable.

Su trabajo le ha impedido echar raíces en el amor, y eso ha motivado en él una "obsesión" por las relaciones de pareja que suele subyacer en sus canciones, aunque sea a través de robots imposibles.

En la música de Jesús, Axel y Marc siempre se han notado influencias artísticas muy variadas, entre ellas el cine de Fellini (tienen una canción inédita llamada Federica Fellini, cargada de humor) o la música "sexual y oscura" de artistas como Serge Gainsbourg, quien deja en el grupo un persistente rastro sonoro.

Gainsbourg fue conocido por convertir su vida personal en una forma de arte, y hasta hace poco Sidonie tampoco diferenciaba entre trabajo y vida privada. Es algo que han aprendido con los años, "ahora respetamos más al público porque sabemos que no podemos ir a un concierto borrachos o con mala pinta, somos más profesionales".

El escenario es para ellos como una cita, "hay que acudir lúcido porque se lo debemos a los que nos escuchan". Esos "fans" están dispersos por todo el mundo, desde Alemania a Holanda, pasando por Reino Unido, España o Centroamérica, donde irán de gira muy pronto.

En Europa, sus actuaciones son "pequeños coqueteos" y no grandes "debuts", ya que es muy difícil triunfar en el extranjero "si cantas en español".

Sidonie empezó cantando en inglés para preferir, en sus últimos trabajos, el castellano o el catalán como lenguajes más cercanos para hablar de asuntos que marcan su propia rutina.

La política o los temas sociales los dejan para las "reuniones de amigos" y no suelen transformarlos en acordes, aunque Ros asegura que las inquietudes del grupo en estos ámbitos son muchas.

Dicen en su nuevo single que "el tiempo es un homicida cruel", y sin embargo su imagen y su autoestima han mejorado con los años, "nos sentimos cada vez más felices y más guapos", bromea Marc Ros.

Las críticas destructivas en internet les siguen afectando, aunque procuran no leer todo lo que se dice de ellos. "No por miedo, sino por conservar nuestra libertad creativa", asegura Ros.

Aunque no desvela quiénes son en realidad esos dos robots llamados Sierra y Canadá que viven un "amor asincrónico", reconoce que es muy difícil escribir canciones mediante una abstracción total de la historia que se está contando. "Parte de mí va inevitablemente en cada letra, no se puede hablar de lo que uno no sabe".

Con ese "look" de hombres modernos e intelectuales que no se afeitan la barba, los chicos de Sidonie dejan tanta huella visual como sonora, y son capaces de atraer a un público muy variado que, con la portada rosa del nuevo disco, no se quedará indiferente.

"El rosa es muy artificial y así es la historia de Sierra y Canadá, una 'película' de robots que hemos inventado para contar la verdad a través de una mentira", justifica Ros.

Sidonie vuelve a los escenarios con "Sierra y Canadá" y se cuela por primera vez en las librerías con un libro fotográfico, "Un día más en la vida", que se adentra en la actividad cotidiana de los integrantes del grupo y muestra algunos de los viajes con los que el grupo ha cimentado su peculiar estilo, siempre abierto al mundo. EFE.

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