Burgos, 24 may.- Una exposición sobre el facsímil del atlas de Pedro Texeira, cuyo original del siglo XVII se encuentra en la biblioteca de Viena (Austria), mezcla en el Museo del Libro de Burgos cartografía y aventura para niños de seis a doce años.
Los monitores del museo les han permitido elaborar su propio mapa "de costa a costa" y les han contado la aventura del autor del atlas.
El director del Museo del Libro, Rodrigo Burgos, ha explicado a Efe que "es fácil atraer la atención de los niños con la figura de Pedro Texeira".
De origen portugués, era hijo de un cartógrafo y conocía la técnica pero también era un artista de la pintura, fue pirata y en algunos momentos también un espía.
En 1634, el rey Felipe IV, de la dinastía de "Las Austrias" le encargó un atlas que llevó a Texeira a embarcarse durante seis años para recorrer todas las costas de la península ibérica y otros seis en su estudio de Madrid.
El resultado fue un atlas que está considerado por los expertos una "obra maestra de la cartografía artística española" y el mejor realizado en su siglo, porque "combina un alto valor artístico con bastante precisión científica para su época", ha explicado Rodrigo Burgos.
La costa de la península ibérica se desmenuza en 116 imágenes que en el original están pintadas al temple, incluyen algunos municipios que aparecen por primera vez en un atlas e incluso territorios completos como Murcia.
El libro estuvo tres siglos perdido hasta que fue localizado en Viena, donde se supone que lo llevaron miembros de la dinastía real.
La editorial Siloé tuvo referencia de su existencia en 2002 y consiguió el permiso para realizar un facsímil artístico que terminó diez años después.
Al cumplirse una década de este trabajo, que el Ministerio de Cultura premió como el mejor libro editado del año 2004, el Museo del Libro ha decidido rendir homenaje a la obra con una exposición didáctica y divulgativa.
Un gran mapa de la península ibérica, reproducción del que aparece en el atlas con el detalle de muchas localidades, llama la atención en el suelo de la primera planta del museo.
Junto al facsímil completo, en la muestra se recoge el volumen de estudios en el que aparece la descripción manuscrita que sirvió de base al cartógrafo portugués para completar su trabajo.
El Museo del Libro ha incorporado también elementos interactivos, como la exposición del atlas y el volumen de estudios en una vitrina en la que los visitantes pueden usar unos guantes especiales para tocar ambos ejemplares y pasar sus hojas para apreciar distintos detalles o buscar lugares concretos.
Además, los visitantes irán componiendo un cuaderno de viaje anotando su lugar de costa o playa favoritos.
También se ha introducido un guiño a las nuevas tecnologías, invitando a los visitantes a que compartan en las redes sociales, con la etiqueta #Texeira, la imagen de su ciudad de origen o su lugar favorito de la península, que pueden tomar en el mapa gigante del suelo. EFE
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