El autor Glenn Cooper dice estar "obsesionado" con la influencia del pasado

  • El norteamericano Glenn Cooper, autor "El fin de los escribas", un "thriller" histórico con el que pone fin a la trilogía que han leído más de 4 millones de personas y que enfrenta a la humanidad con la fecha del fin del mundo, asegura sentirse "obsesionado" por cómo el pasado ""atrapa" el presente.

Madrid, 1 jun.- El norteamericano Glenn Cooper, autor "El fin de los escribas", un "thriller" histórico con el que pone fin a la trilogía que han leído más de 4 millones de personas y que enfrenta a la humanidad con la fecha del fin del mundo, asegura sentirse "obsesionado" por cómo el pasado ""atrapa" el presente.

A pesar de estar encuadrada en la novela histórica, la trilogía de Cooper, que se inició con "La biblioteca de los muertos" y siguió con "El libro de las almas", es una muestra atípica de este género, ya que su trama se sitúa en el año 2026, meses antes de la fecha en la que será el fin del mundo, según las previsiones de los escribas de la Abadía de Vectis del siglo XIII.

Un futuro próximo no muy diferente de la época actual ya que, ha indicado el escritor, que se encuentra en la Feria del Libro de Madrid, en una entrevista con Efe, no cree que dentro de 15 años la gente "vaya en coches voladores", aunque sí que hayan cambiado situaciones geopolíticas.

"Si pensamos en cuál puede ser la situación del mundo en 2026, es muy probable que China sea la potencia económica militar y política primera o segunda del mundo. Sus dirigentes están absolutamente decididos a conseguir que China sea el que domine el mundo", advierte.

"Además se orientan hacia el éxito, ya que esta mezcla extraña de capitalismo y socialismo parece que es muy eficaz y tienen un apetito voraz para alimentar esa máquina", ha añadido Cooper.

La biblioteca de los escribas, en la que están escritas las fechas de nacimiento y muerte de todos los habitantes de la tierra, supone en la novela "una ventaja geopolítica" que se disputan los países.

Esta biblioteca es fantástica, pero, asegura Cooper, que además de escritor es médico, arqueólogo, dueño de una empresa de biotecnología y productor de cine, "los avances sobre el genoma humano ya han hecho que sea posible con un grado de predicción bastante bueno, no saber la fecha de defunción de cada uno de nosotros, pero sí la década en la que podríamos morir".

Según el autor, no sería bueno para el ser humano saber cuándo se va a morir, "porque la gente se centraría demasiado en el futuro y no suficientemente en el presente". "Saber la fecha de la muerte alteraría la conducta humana", ha explicado Cooper.

No obstante, uno de sus personajes, la persona que roba la base de datos con las fechas de nacimientos y muertes para ganar dinero, "se siente muy segura porque sabe que no va a morir hasta mucho después, pero acaban disparándole y se queda en coma 20 años. Esa es la forma con la que he querido decir que sigue la incertidumbre, que no todo es saber la fecha de la muerte".

De todas sus profesiones, para Cooper escribir es la mejor, seguido de la producción de películas, pero no las basadas en sus propios libros.

"Creo que sería mejor que un tercero llevara al cine o a la televisión mis libros", ha opinado el escritor, que ha mantenido ya conversaciones en este sentido y asegura que no le sorprendería mucho que fuera una producción europea, ya que sus libros "apelan más a la sensibilidad europea que a la norteamericana hollywoodiense".

"Desgraciadamente, Hollywood se ha convertido una fábrica de hacer películas sobre libros de cómics", ha criticado.

El autor norteamericano, que ha hablado hoy cara a cara con algunos de sus seguidores españoles, ha explicado que a diario se comunica personalmente con sus lectores a través de las redes sociales o el correo electrónico y que intenta hacerlo en el plazo de una hora desde que se ponen en contacto con él.

"Estoy constantemente interrumpiendo mi proceso de escritura, pero no me importa", ha sostenido.

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