El bailarín Antonio Najarro acompaña a la elite gala del patinaje

  • París.- El bailarín y coreógrafo español Antonio Najarro acompaña hoy, en el Trofeo Eric Bompard, a los más grandes intérpretes franceses de patinaje artístico sobre hielo, como el campeón del mundo de patinaje artístico 2007, Brian Joubert, y la actual pareja campeona, Natalie Pechalat y Fabian Bourzat.

El bailarín Antonio Najarro acompaña a la elite gala del patinaje
El bailarín Antonio Najarro acompaña a la elite gala del patinaje

París.- El bailarín y coreógrafo español Antonio Najarro acompaña hoy, en el Trofeo Eric Bompard, a los más grandes intérpretes franceses de patinaje artístico sobre hielo, como el campeón del mundo de patinaje artístico 2007, Brian Joubert, y la actual pareja campeona, Natalie Pechalat y Fabian Bourzat.

El ex primer bailarín del Ballet Nacional de España (BNE) dijo a Efe haber penetrado por casualidad en el universo francés del hielo, para cuya elite trabaja desde 2002 como coreógrafo y para la que ha creado programas de antología.

De paso por París con ocasión del prestigioso trofeo internacional Eric Bompard, Najarro, de 35 años, premio 2007 a la mejor coreografía en el Certamen Internacional de Sevilla, recordó que el mundo del patinaje artístico sobre hielo le era ajeno hasta que la pareja formada por Marina Anissina y Gwendal Peizerat le propuso trabajar con ellos.

"Buscaban -recordó- un coreógrafo español que les pudiera montar un programa de flamenco" para los Juegos Olímpicos de 2002, en EEUU", y el resultado se tradujo en una joya coreográfica que dio la medalla de oro en Salt Lake City a los patinadores, y un despegue definitivo sobre los escenarios blancos a Najarro.

Él no por ello dejó de viajar y de montar espectáculos con la compañía que había creado en 2002, tras dejar el Ballet Nacional.

Al principio, resaltó, "fue un trabajo muy duro", pues era como reunir "el aire y el fuego".

El flamenco es un arte de "mucho peso, de mucha tierra", de zapateados, y con gran carga energética, mientras que el patinaje "es todo lo contrario, muy aéreo" y de gran movilidad, explicó en una entrevista telefónica desde las pistas del Palacio Omnisports de París-Bercy.

Marina Anissina y Gwendal Peizerat fueron a España en busca de "de una generación muy anterior a la mía, pero se dieron cuenta de que necesitaban coreógrafos emergentes, jóvenes, que estuvieran despuntando en ese momento" y de mentalidad muy abierta, capaces de ser vanguardistas pero al mismo tiempo de mostrar la tradición, explicó.

En paralelo con su compañía, a la que dedica "el 80 por ciento de su energía" y con la que ha montado famosos espectáculos como "Tangoflamenco", "Flamencoriental" o "Jazzing Flamenco", obra que en 2010 le dio el premio Max 2010 al mejor intérprete masculino de Danza, Antonio Najarro ha creado celebradísimos programas para artistas del máximo nivel no solo franceses.

Entre ellos el suizo y doble campeón del mundo Stéphane Lambiel, para quien creó en 2008 "Poeta", un programa de flamenco con música de Vicente Amigo que fue "un bombazo", recordó.

El estadounidense Jeremy Abbott, máximo exponente del patinaje en su país, es otro de sus artistas, para quien creó una coreografía con tango argentino y flamenco con la que acaba de conquistar las notas más altas en las últimas competiciones de China y Rusia, indicó.

Su secreto para poder trabajar con patinadores que son competidores directos reside en que sólo acepta el trato si son "diferentes entre ellos" y no tienen "similitudes artísticas".

"La situación es bastante complicada", pero, por ejemplo, Jeremy Abbott es muy "pulido", muy "bailarín", de movimientos muy fluidos, "más como un bailarín clásico"; mientras que el francés Brian Joubert es mucho más varonil, más fuerte, más temperamental".

"Conociéndoles con anterioridad, sé que los programas van a ser completamente diferentes", explicó.

Najarro trabaja con ellos "como si fueran bailarines reales", para lo que monta toda la coreografía en una sala, no sobre hielo, y allí trabaja "sobre las energías, el movimiento, la teatralidad, la gesticulación y toda la coordinación".

"Me fijo en hasta cómo pestañean. No les dejo pasar ni una", aseguró.

María Luisa Gaspar

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