El BNE se enjoya con lo mejor de los mejores de la danza española

  • Concha Barrigós.

Concha Barrigós.

Madrid, 24 oct.- Para quienes la conozcan y para quienes no sepan lo que es la danza española, la segunda producción de Antonio Najarro como director del Ballet Nacional de España (BNE) es una oportunidad inédita de disfrutar de lo mejor de las coreografías de "planta y tacón" bailadas por "excepcionales" figuras.

Lola Greco, Currillo, Carmen Cubillo, Maribel Gallardo, Pilar Azorín, Lupe Gómez, Julio Príncipe, Juan Mata y Juan Quintero son algunos de los grandes de la danza española sin cuya contribución habría sido imposible poner en pie "Clásicos de la danza española", cinco piezas "sublimes" que estarán en el Teatro de la Zarzuela desde mañana hasta el 4 de noviembre.

Ellos, ha explicado hoy Najarro en rueda de prensa acompañado del elenco y de los citados, son "las grandes personalidades" que han ayudado a transmitir "el legado, el sello y el estilo" de creadores que ya no están, como Pedro Azorín, José Granero o Antonio Ruiz Soler, a los jóvenes que ahora forman el BNE.

El espectáculo, con música en directo de la Orquesta de la Comunidad de Madrid dirigida por José Antonio Montaño, recupera una de las joyas de la Escuela Bolera, "Paso a cuatro", de Antonio Ruiz Soler, una obra de gran virtuosismo técnico que se intentó recuperar hace varios años, aunque, finalmente, fue imposible.

Esa obra, estrenada en el Festival Internacional de Música y Danza de Granada el 30 de junio de 1956 por Antonio y su Ballet Español, "es muy virtuosa y muy del estilo 'antoniano'", hecha para lucimiento de cuatro bailarinas.

Además, ha asegurado Najarro, el BNE ha hecho "un trabajo de chinos" en el empeño de recuperación del vestuario original de "Paso a cuatro".

La segunda pieza es "La farruca", de Juan Quintero, una pieza "muy pura, muy sincera, muy de verdad. Es la sobriedad del flamenco, sin adornos, con tres bailarines, tres guitarras y tres palmeros en el escenario, nada más".

Najarro ha elegido también "Viva Navarra", de Victoria Eugenia (Betty), porque hace tiempo se la vio bailar a Carmen Cubillo y se "enamoró".

Ha logrado que sea ella la que se suba de nuevo al escenario para interpretar "una pieza tan virtuosa, con tanta alma y tanto bagaje".

"Estar aquí es,además de un privilegio, todo un reto, porque este baile, que he hecho muchas veces, la había dejado un poco de la mano porque es muy exigente físicamente. Espero dar la talla", ha apuntado Cubillo ante las risas de Najarro que ha asegurado que es ella la que les tiene "reventados" a ellos.

La que, en palabras de Plácido Domingo, es "casi el himno nacional de España", es decir la "Jota de la Dolores", coreografiada por Pilar Azorín inspirándose en su padre, Pedro, será la cuarta de la noche.

La obra, que cierra la primera parte del espectáculo, no se interpretaba desde hace 28 años y para su ejecución han invitado al jotero José Luis Urbén.

La segunda parte corresponde por entero a "Medea", de José Granero, con música de Manolo Sanlúcar y guión de Miguel Narros, y bailada en sus primeras funciones por Lola Greco.

"Mi propósito es que las nuevas generaciones recuperen un trabajo tan espectacular y lo hemos conseguido con mucho amor. Pasen los años que pasen esta, como el resto, son obras de arte de la danza española y en la custodia de ese legado estamos todos implicados con absoluto cariño", ha añadido Najarro.

Greco, "despedida" del BNE en 1998 por Aida Gómez en medio de una gran polémica, ha asegurado que su vuelta de la mano de Najarro es una "alegría infinita" para ella: "tarde o temprano todo cae por su propio peso", ha remachado.

La artista, que cree que "Medea" es "el sueño de cualquier bailarina", está convencida de que "las cosas se consiguen con esfuerzo, sacrificio y humildad" y que las nuevas generaciones "estén limpiando muchas cosas". "Ojalá ellos sigan contando con nosotras", ha deseado.

Maribel Gallardo será la bailarina de la última función de "Medea", un desafío que le parece "un comienzo de todo y no un final de nada".

"Conocer al maestro -Granero- fue un antes y un después en mi carrera. Será uno de los días más felices de mi vida volver a interpretarla pero ese día seré muy egoísta y, por primera vez, bailaré para mí", ha confesado Gallardo.

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