Valencia, 20 oct.- El largometraje "Kanimambo", una reflexión sobre las simbiosis humanas y las relaciones afectivas, acerca Valencia y Mozambique de la mano del director ceutí Abdelatif Hwidar, premiado en 2008 con el Goya al mejor cortometraje de ficción por "Salvador".
Según ha explicado a EFE el cineasta, el título de su última obra significa "gracias" en un dialecto mozambiqueño y retrata la visión que tienen de Mozambique los tres directores de la cinta (el propio Hwidar, Adán Aliaga y Carla Subirana) a través de tres historias diferentes.
La propuesta de Hwidar es "una pieza de ficción pura" que narra la historia de un padre y un hijo cuya relación afectiva está marcada por la huella de la guerra civil, un vínculo filio-parental similar al que mantiene un médico cooperante valenciano con su hijo.
La trama de la historia de Aliaga combina la ficción y el documental para conseguir "una simbiosis entre una niña sordomuda y un ciego", mientras que Carla Subirana ofrece un "documental puro y duro" sobre la mujer en Mozambique y su visión personal del país desde su primera visita.
La mayor parte de las tres historias se ha rodado en Mozambique, aunque en el caso de la trama de Hwidar una parte se ha grabado en Valencia "simplemente porque el médico es supuestamente valenciano".
El rodaje se inició en agosto en Mozambique, aunque se trasladó a Valencia a principios de esta semana para grabar durante cuatro días en la ciudad.
"Aquí se han rodado sobre todo espacios asépticos; la zona nueva de la avenida de Francia, en la que hay poca vida y mucho edificio nuevo", ha explicado el director ceutí, quien ha apuntado que también aparecerán en el film otras localizaciones como la Ciudad de las Artes y las Ciencias o el aeropuerto de Manises.
Preguntado por la experiencia de rodar en Valencia, Hwidar ha recordado que ya grabó en esta ciudad el cortometraje que le valió el Goya y ha señalado: "ha estado muy bien porque todo es muy profesional y los permisos llegan a su hora", si bien ha echado de menos "lo orgánico que tiene África".
El proyecto de este largometraje se inició en enero de mano de una ONG, aunque "a determinada altura de su desarrollo la directiva de la organización cambió y desechó el proyecto", algo que no parece haber molestado al director ceutí ya que asegura que ese giro "le ha sentado bien a las historias".
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