El Cine Europeo reconoce al maestro Bertolucci, que alaba los vinos de Malta

  • El director de cine, escritor, productor y poeta de la imagen Bernardo Bertolucci recibió hoy en la ceremonia de los Premios Europeos del Cine, que celebran su 25 edición en la isla de Malta, el galardón que homenajea a toda una vida dedicada al cine.

La Valeta (Malta), 1 dic.- El director de cine, escritor, productor y poeta de la imagen Bernardo Bertolucci recibió hoy en la ceremonia de los Premios Europeos del Cine, que celebran su 25 edición en la isla de Malta, el galardón que homenajea a toda una vida dedicada al cine.

"Hace 25 años -ha recordado el cineasta desde su inseparable silla de ruedas de los últimos años, y tocado por un sombrero negro de ala ancha- estaba en el escenario de unos Premios Europeos que se celebraban en Berlín y me senté junto a Inmar Bergman, "un hombre muy bello" que le turbó hasta sentirse "incapaz" de estar a su lado.

Hoy, dice el veterano director, solo puede desear "larga vida al cine europeo", y agradecer a la Academia y a su amiga Marisa Paredes, que le entregó el premio entre muchos elogios y ternura, para concluir piropeando a los vinos de Malta.

Bertolucci, nacido en Parma (Italia), el 16 de marzo de 1941 atesora los máximos reconocimientos que un director de cine puede ansiar.

Sólo una de sus películas, "The Last Emperor" (El último emperador) ganó nueve premios Óscar en 1988, pero también es autor de obras maestras, y comprometidas, como "Novecento" (1974-1976) o "El último tango en París" (1972), que han trascendido a la historia y emocionado a públicos de cuatro décadas.

Es director, productor y escritor y su formación académica está marcada por la literatura.

Licenciado en esta materia en Roma, es autor de varias obras poéticas -una de ellas ("In cerca del misterio") obtuvo el Premio Viareggio a la Opera Prima-, aunque su verdadero amor no descubrió su cara hasta que el joven Bertolucci no se encontró con Pier Paolo Passolini, del que fue ayudante de dirección en "Accattone" (1961).

Su primera producción fue "La commare seca" (1962), con una grata acogida en el Festival de Venecia y a la que siguió "Antes de la revolución" (1964), que también impresionó en Cannes, pasando así a figurar como director capaz de diseccionar las interioridades de los personajes, caso de "El conformista" (1970).

Alcanzó la madurez profesional con "La estrategia de la araña" (1971) y, la popularidad, con su "Último tango en París" (1972), lleno sensualidad y protagonizado por Marlon Brando y María Schneider, que le supuso problemas con la censura por algunas escenas calificadas entonces de escabrosas.

Pero el éxito de sus trabajos posteriores creció: "Novecento" (1974-1976); "La Luna" (1979); "La tragedia de un hombre ridículo" (1981); "El último emperador" (1987), ganadora de nueve Oscar, entre ellos los de película y director; o "El pequeño Buda" (1993).

Para Bertolucci, distinguido en 2011 con la Palma de Honor del Festival de Cannes, León de Oro 2007 a su carrera del Festival de Venecia y Medalla del Oro al Mérito de Bellas Artes de España el de hoy, ha dicho el maestro, es un reconocimiento que le llena de orgullo.

Bertolucci, inmovilizado físicamente en una silla de ruedas desde hace un par de años, opina que cine y psicoanálisis son "la décima y undécima musas" que marcaron el siglo XX.

El mismo se ha calificado de "psicoanalizado interminable" por las continuas sesiones de diván que, desde 1969, ha llevado y la mezcla caótica de memoria y fantasía, recuerdos y sueños a la hora de filmar.

Ha residido en París y Londres y actualmente vive en Italia con su esposa, ganadora de la Concha de Plata del Festival de San Sebastián por "Temporada alta" (1987).

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