"El cónsul de Sodoma", poemas y sexo en cine explican quién fue Gil de Biedma

  • Madrid.- El próximo 8 de enero, coincidiendo con el aniversario de la muerte del poeta Jaime Gil de Biedma, se estrena "El cónsul de Sodoma", una película que muestra al personaje que él fue construyendo de sí mismo "poema a poema", sin ocultar detalles de su intensa vida sexual.

"El cónsul de Sodoma", poemas y sexo en cine explican quién fue Gil de Biedma
"El cónsul de Sodoma", poemas y sexo en cine explican quién fue Gil de Biedma

Madrid.- El próximo 8 de enero, coincidiendo con el aniversario de la muerte del poeta Jaime Gil de Biedma, se estrena "El cónsul de Sodoma", una película que muestra al personaje que él fue construyendo de sí mismo "poema a poema", sin ocultar detalles de su intensa vida sexual.

De este modo ha explicado hoy su director, Sigfrid Monleón, en una rueda de prensa, cómo se abordó el rodaje de un guión tan polémico que "nadie me disputó", según ha dicho el productor, Andrés Vicente Gómez.

"Tenía claro que el personaje de mi película no iba a ser el Jaime real, sino el que fue construyendo de sí mismo en su obra, poema a poema; esa identidad literaria que se forjó y que acabó identificándose con él cuando dejo de escribir".

"Lo que me interesaba -aclara Monleón- era su reflexión poética y los tres grandes temas que lo atraviesan: la identidad, el paso del tiempo y la experiencia amorosa".

"El cónsul de Sodoma" es un biopic -película biográfica- de uno de los poetas más destacados la lengua española del pasado siglo XX, a quien da vida Jordi Mollá.

El actor, que asegura haber tenido con Gil de Biedma la sensación de "conocerle de toda la vida", destaca del personaje su "impresionante intimidad" y el modo de aferrarse a la juventud y a la vida. También agradeció al director,"otro enamorado de Jaime", que le diera absoluta libertad para componer el personaje.

El reparto se completa con Bimba Bosé, que se estrena en el cine con el papel de "Bel"; Álex Brendemühl, como Joan Marsé; Josep Linuesa encarnando a Carlos Barral y Juli Mira en el papel del padre de Jaime.

El guión arranca en Manila, en 1959, y termina en 1988, el año que le dicen que tiene sida.

Desde el comienzo, la película muestra a un sofisticado hombre de negocios -que habla con fluidez inglés y tagalo-, fascinado por los cuerpos desnudos de una pareja que, como en una pelea de gallos, se muestran en un tugurio filipino mientras un coro de personajes apuestan por la resistencia del varón.

En realidad, es una película que habla de la identidad, del paso del tiempo y de la experiencia amorosa de un hombre que "eligió" ser homosexual, explica Monleón, quien además de basarse en la biografía de Miguel Dalmau para componer el guión, utilizó también los diarios del artista.

Como en un musical, donde los personajes "se arrancan a cantar y bailar", señala el director, aquí entra la poesía para dar juego a las escenas; así, los poemas de Gil de Biedma se entrelazan en off con los momentos de su vida en los que debió escribirlos.

La película es explícita en las escenas de sexo pero, según afirma su director, es todo lo respetuosa que se puede con alguien que "lo primero que hacía era faltarse al respeto a sí mismo".

Durante casi dos horas, la cinta recorre tanto la vida cotidiana de Gil, con sus amigos Joan Marsé y Carlos Barral, y sus excesos por bares y discotecas de Barcelona, como su habilidad para los negocios, o la relación con sus padres y hermanos.

También un retrato de Barcelona de los años 60, en donde desfilan por locales como el Boccaccio los personajes más emblemáticos de la cultura y la sociedad catalana progresista, conocida como "la Gauche Divine".

Marsé aún no la ha visto -"espero que le guste", apunta Monleón-, y esta tarde la verá una de sus sobrinas más conocidas, Esperanza Aguirre.

Su hermana Piedad sí la ha visto, y según Andrés Vicente Gómez, no sólo la conmovió, sino que dijo que era un precioso homenaje para su tío.

Monleón asegura que ha pretendido hacer una película "camp", sofisticada y teatral, como le hubiera gustado a su protagonista.

"Brillante, lúcido carismático, que irradiaba una gran energía a su alrededor, pero a poco que mirases detrás se veía el ser atormentado; era un ser muy desplazado, aunque se sentía representante de una burguesía ilustrada y liberal (...) él era quizá el último", ha resumido el director. EFE

aga/mlr

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