El día en el que Amenábar descubrió la Vía Láctea

  • El último trabajo de Alejandro Amenábar, 'Ágora', es producto de su pasión por la astronomía y la serie de Carl Sagan, 'Cosmos'.
Amenábar muestra su "amor por la astronomía" en el filme épico "Ágora"
Amenábar muestra su "amor por la astronomía" en el filme épico "Ágora"
Markus Steen
Markus Steen

La quinta película de Alejandro Amenábar, su debut en el cineépico con un presupuesto de 50 millones de euros, es un viaje a travésdel tiempo que nos sitúa en el siglo IV después de Cristo, un momento decisivo en la historiaen el que la civilización grecorromana se vio amenzada por el imparableascenso del cristianismo. Como telón de fondo, una bibliotecaconsiderada por los historiadores como el templo de la sabiduría másgrande que jamás haya existido sobre la Tierra, la de Alejandría; y unpersonaje rescatado de entre el polvo de las estanterías que nuncahabía sido homenajeado por el cine: Hipatia.

Pero Ágora, que se estrena este viernes en las salascomerciales de nuestro país, es ante todo el viaje personal de un tipocurioso que no entiende de fronteras a la hora de hacer lo que mejorsabe: contar historias. Hace unos años, tras el rodaje de Mar adentro,Amenábar se encontraba en la cubierta de un barco durante un viaje aIbiza cuando, al levantar la mirada al cielo, descubrió la Vía Láctea yquedó asombrado para siempre: "Debemos estar rodeados de vida inteligente", pensó.

"Todo comenzó interesándonos por la Teoría de la Relatividad como hobby", recuerda el director nacido en Chile, que estuvo a punto de realizar un trabajo monográfico sobre este asunto: "Queríamos saber más sobre conceptos tan relacionados con el cine como el tiempo y el espacio.Esa curiosidad inicial se convirtió en una ventana que posteriormentese abrió a otras muchas cosas", y que desembocaron en la obra que ahoranos presenta.

"Quiénes somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos"

De Hipatia y su entorno no se sabe demasiado. Aunque desde hace unassemanas se anuncia la publicación de varios libros y la reedición deotros tantos sobre el personaje y su entorno, el guionista de lapelícula, Mateo Gil, que ha acompañado a Amenábar en varios proyectos, cuenta que se sorprendieron del total desconocimiento que había en torno a su figura,a la que encuentran ciertos paralelismos con la vida de Jesucristo:"Acerca de Hipatia hay muy poca documentación", dice Gil, a lo queAmenábar añade que "es un periodo que el cine no ha tratado y que nospareció que podría resultar fascinante para el espectador".

De hecho, el hallazgo de esta figura histórica fue una casualidad:"Llegamos a la historia de Hipatia documentándonos para un proyecto másamplio, protagonizado por varios personajes que habían sido capaces depasar por encima de sus circunstancias y del momento histórico que leshabía tocado vivir, mirando a las estrellas y preguntándose quiénessomos, dónde estamos y qué sentido tiene todo esto. Descubrimos queHipatia, su historia y su entorno social (la Alejandría de su época),resumían el proyecto en su totalidad", afirma Gil.

Un científico llamado Carl Sagan


En este viaje de Ibiza a Alejandría hubo una parada de vitalimportancia. Mientras el equipo estaba inmerso en el estudio del cosmosy los astros, el divulgador Carl Sagan se cruzó en su camino y les diola pista definitiva para desarrollar la trama de la película: "Empecé aleer sobre astronomía -comenta Amenábar-, vi la serie Cosmos de Carl Sagan donde él calcula la posibilidad de vida extraterrestre en otros planetas y leyendo sobre el tema di con Hipatia".

Este divulgador, promotor del proyecto SETI (Búsqueda deInteligencia Extraterrestre) y ganador del premio Pulitzer, soprendióal mundo con su obra Cosmos: un viaje espacial.Se trata de una serie documental emitida en 60 países que abordacuestiones como el origen de la vida, la historia de la ciencia y laposición del ser humano en el universo.

Según la doctrina de este experto, que dibuja una visión idealistadel personaje que Amenábar asume en su cinta, Hipatia era unamatemática, astrónoma, física y jefa de la escuela neoplatónica defilosofía. Sagan cuenta que era de una "gran belleza" y que vivió enuna época que discriminaba a la mujer: "Hipatia estaba en el epicentro de las poderosas fuerzas sociales.Ciro, el obispo de Alejandría, la despreciaba, en parte por su amistadcon el gobernador romano, en parte porque simbolizaba el saber y laciencia, los cuales eran identificados por la iglesia primitiva con elpaganismo".

Una mente maravillosa sin legado

Amenábar tenía el personaje delante de sus narices. Sólo había quedarle forma, profundizar en la labor de documentación y elegir suversión de la historia: "Leímos todo lo posible. Pero todo el trabajocientífico que ella hizo se perdió. Únicamente se sabe que fue muybuena matemática y mejor astrónoma", señala Gil.

"Reunía dos condiciones muy interesantes: por un lado representaba claramente la mentalidad griega,la búsqueda de la verdad a través de la reflexión, en un mundo en elque las religiones tenían mucho poder en la vida diaria y luchaban poraumentar ese poder. Por otro lado, Hipatia era una mujer en un mundo dehombres. Era una mujer que quería llevar su vida como lo hubiera hechoun hombre, tener la misma libertad para investigar y dedicarse a lafilosofía como su padre. Por lo cual decidió no entregarse nunca a unhombre, para que no le restara la libertad que necesitaba".

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