El director colombiano Juan Felipe Orozco vuelve a hacer el cine que le gusta

  • "Saluda al diablo de mi parte", protagonizado por el venezolano Edgar Ramírez, es el segundo largometraje del joven director colombiano Juan Felipe Orozco, quien a sus 33 años es ya una referencia en el cine de su país.

Yasmín Rincón

Los Ángeles (EE.UU.), 17 nov.- "Saluda al diablo de mi parte", protagonizado por el venezolano Edgar Ramírez, es el segundo largometraje del joven director colombiano Juan Felipe Orozco, quien a sus 33 años es ya una referencia en el cine de su país.

En el año 2003 su ópera prima, "Al final del espectro", se convirtió en la primera película colombiana en ser adquirida por un estudio de Hollywood.

Pero lejos de sentirse "un profeta en su tierra", este vanguardista nacido en Medellín y criado en Montería, se describe como un "paria que se atrevió a seguir sus sueños", y a correr los riesgos que hicieron falta para poder hacer el cine que le gusta.

Así, tiene en su haber "Al final del espectro", la primera película de terror hecha en Colombia y más recientemente, "Saluda al diablo de mi parte", un thriller de acción que se estrenó en agosto en su país, con mucho éxito, y en septiembre en Venezuela, donde se convirtió en pocas semanas en el filme colombiano más taquillero en las salas de cine venezolanas.

"Realmente yo no quería hacer algo diferente por el cine colombiano, yo quería hacer el tipo de cine que siempre me ha gustado, la cosa es que era diferente al que se estaba haciendo en Colombia, porque llevábamos una tradición de hacer cine latinoamericano con mucho énfasis en la izquierda, en la literatura de los 60 y 70 del continente, películas muy sociales, muy realistas", dijo Orozco, en entrevista con Efe.

"Cuando yo empecé a pensar en hacer cine yo quería hacer suspenso, quería hacer thrillers, cine de acción, de terror, yo crecí con esa idea de que el cine bueno no es el cine de autor, el cine es bueno o es malo, en cualquiera de sus aspectos, el de autor o el comercial", agregó.

Es un cinéfilo confeso, poseedor de una videoteca con más de 3.000 películas y una dinámica de vida donde aparta a diario "un tiempo sagrado" para ver al menos tres filmes, en la comodidad de su hogar.

"Tengo la bendición de que mi trabajo es también la pasión más grande de mi vida, entonces en el día hago películas y de noche las veo", comentó entre risas.

Dado el éxito de su primer largometraje y con Ramírez, quien ganó varios premios internacionales por su rol en la miniserie "Carlos", como el protagonista de su segundo filme, Orozco logró, en el pasado Festival de Cannes, vender "Saluda al diablo de mi parte", antes de ser estrenado, a 15 de los territorios más importantes para el séptimo arte.

Para finales de año está programado su estreno en Perú, y a través de la distribuidora Maya Entertainment se presentará en las salas de cine de EE.UU. a principios de 2012.

"Aún estamos definiendo las fechas para Inglaterra, Francia, Australia, Ecuador, Grecia y otros importantes países", detalló el también escritor y productor.

Junto a su hermano, Carlos Esteban, Juan Felipe Orozco trabaja actualmente en sus dos próximos proyectos: una película de terror, que tratará sobre asuntos paranormales y una de ciencia ficción donde inevitablemente se cuelan sus sueños y fantasías de niños, donde naves espaciales y seres extraordinarios hacen que lo imposible se transforme en realidad.

Agradeciendo el apoyo del público y sintiéndose honrado con el éxito que ha logrado su trabajo, Orozco evita encasillarse bajo calificativo alguno.

"Yo estoy muy chiquito todavía, apenas estoy descubriéndome como artista, hay muchas cosas que me apasionan, muchas cosas que me gustan, seguiré como he sido, haciendo cosas sin tenerle miedo a equivocarme, yo creo que el mayor error que cometemos en el cine y en casi todas las cosas de nuestra vida es tenerle miedo a equivocarnos y entonces irnos por lo seguro", reveló.

"Yo creo que lo que más hace falta para hacer buen cine es que las personas tomen las riendas y se atrevan", concluyó.

Mostrar comentarios