El domingo abstracto de Christoph Niemann

  • Christoph Niemann es quizás uno de los ilustradores más brillantes del momento y cabeceras tan prestigiosas como The New Yorker y New York Times se contienden su genio. Tras casi tres años, su blog 'Abstract City' en el New York Times.com se convierte en la columna 'Abstract Sunday', que se publicará cada mes en el New York Times Sunday Magazine.
El domingo abstracto de Christoph Niemann
El domingo abstracto de Christoph Niemann
Christoph Niemann
Alessia Cisternino

Trabaja desde las 8.30 de la mañana a las 5.30 de la tarde, nada de música – demasiadas distracciones – y una mesa desordenada y abarrotada de lápices, hojas blancas y café. Así es como el ilustrador Christoph Niemann describe su jornada de trabajo habitual, así es como salen las ilustraciones que las cabeceras más prestigiosas del mundo, The New Yorker y New York Times sólo por citar algunas, se contienden para sus columnas y sus portadas.

Tras casi tres años, el blog de Christoph Niemann 'Abstract City' en el New York Times.com ha pasado a ser una columna que se titula 'Abstract Sunday' y que se publicará cada mes en las dos versiones, online e impresa, del New York Times Sunday Magazine. Una buena noticia para todos los Niemann-adictos que, como se lee en el post en el que Niemann anuncia este cambio, a menudo le habían regañado por sen tan lento y tan irregular en subir sus ilustraciones.

"Cuatro semanas puede sonar como un plazo de entrega muy cómodo" afirma Christoph Niemann "pero después de todos estos años en los que me he acostumbrado a trabajar por encargo con plazos de entrega muy ajustados, ahora que puedo salirme con mis cosas de la nada es algo terriblemente difícil".

En el blog-columna 'Abstract City', Christoph Niemann ha experimentado en estos años varios estilos, consiguiendo algo que sólo los grandes creativos consiguen: emanar el mismo estilo personal bajo las propuestas más diversas. Como Stanley Kubrick, pero con unos lápices Derwent Graphic 2H, en vez de una cámara, como objeto fetiche. "Eso suena como una descripción enormemente grande" afirma Niemann "prefiero decir que tengo un enfoque de diseñador gráfico a la ilustración. De la misma manera que un diseñador intenta encontrar el tipo de letra ideal para un determinado encargo, yo trato de encontrar el estilo visual que mejor se presta para apoyar una idea. Dado que diferentes conceptos requieren estilos diferentes, he tenido que aprender a ser flexible".

Tiza y rotulador sobre pizarra, tinta de café sobre las servilletas de un bar, masa para hacer galletas, muñecos vudú, bolitas de polvo que se convierten en pequeños monstruos domésticos y la mismísima Gran Manzana que se deconstruye en piezas de Lego. "Estoy obsesionado con la abstracción en el arte, cuánto puedes quitar de una imagen y aún así hacer que el lector todavía entienda su significado. Es por eso que soy un fan de las ilustraciones de píxeles desde que tuve mi Mac en 1991. El pasaje a un dibujo de píxeles en 3D – que es, en última instancia, de lo que se trata en la serie 'I Lego es NY' – fue más o menos inevitable, supongo. Nueva York era un tema perfecto, porque es rica en todos esos clichés de la cultura visual y pop".

Niemann, que define su colaboración con el NYT.com como el proyecto más loco en el que ha estado trabajando hasta ahora, se encuentra en este momento delante de un reto nada fácil: superar el listón que él mismo ha puesto tan alto en su nueva colaboración en el New York Times Sunday Magazine. ¿Dónde encontrará la inspiración? "Leo un montón de revistas y trato de ver mucho arte contemporáneo. Solía visitar un cierto número de blogs, sobre todo de política y diseño, pero cada vez confío más en Twitter para encontrar  artículos interesantes o proyectos curiosos. También utilizo Twitter (@abstractsunday) para compartir cosas que siento que la gente debería ver".

Christoph Niemann afirma que el lado peor de su trabajo es, como para todos los ilustradores, el negocio. "Como ilustrador eres una empresa de un solo hombre y tienes que pensar constantemente en el negocio – negociar los derechos, discutir los contratos – ir para adelante y para atrás entre un creativo noble y un manager que sabe lo que quiere es muy agotador, pero, como he aprendido, es inevitable". Pero también hay un lado mejor, y menos mal, y es que este trabajo le permite hacer lo que haría incluso si no fuera trabajo. "Dibujo todos los días, y con los años se ha convertido en algo tan natural que ni siquiera pienso en ello".

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