El escritor Mons Kallentoft asegura que en Suecia quien vende es Ruiz Zafón

San Sebastián.- El periodista Mons Kallentoft, el último en incorporarse a la lista de escritores suecos de novela negra traducidos al castellano, dice que en su país no son tan populares los autores españoles del género como los nórdicos aquí. "Quien vende es Carlos Ruiz Zafón", asegura en una entrevista a Efe.

Kallentoft (Linköping, 1968) presenta hoy "Sacrificio de invierno", la primera novela de cuatro protagonizadas por la joven comisaria Malin Fors, publicada por Maeva, editorial que también tiene en nómina a Camilla Läckberg y Mari Jungstedt, y que prevé traducir las otras tres de la serie.

El autor sueco ha elegido San Sebastián para su debut español por dos razones: porque está vinculado a esta ciudad desde 1989 a través a la cocina de Juan María Arzak y su hija Elena, que le acompañarán esta tarde en la presentación de la novela, y porque considera la capital guipuzcoana un lugar "perfecto" para escribir.

Este verano lo ha hecho durante cinco semanas, comenta Kallentoft, que explica que la "gran tradición" del género criminal y policiaco en su país se debe a la necesidad de muchos escritores de "aferrarse" a un género popular para poder vivir de ese trabajo en un lugar pequeño como Suecia.

Aunque la relación de autores es extensísima, admite que el fenómeno Mankell primero y el superventas Stieg Larsson después han permitido a los demás abrirse al mercado internacional con presupuestos de lanzamiento importantes.

"El éxito genera más éxito. Es un buen momento para los escritores escandinavos", afirma Kallentoft, que señala que los latinos no tienen la misma suerte en su país, donde los lectores del género son "muy exigentes a la hora de dejarse cautivar".

Cita entre los que él ha leído a Manuel Vázquez Montalbán y al siciliano Andrea Camilleri, pero dice que el español más seguido en Suecia es Carlos Ruiz Zafón, lo que atribuye a su aportación de "elementos mágicos".

Es algo que busca también él y la razón por la cual en "Sacrificio de invierno" deja hablar a los muertos, aunque la novela está también conectada con el modelo sueco del género, muy pegado al realismo social y a los héroes de a pie.

No reniega ni del matrimonio Sjowall-Wahloo, que renovó el género hace cuatro décadas, ni de Henning Mankell o Hakan Nesser, que lo afianzaron en la siguiente generación, pero se siente más influenciado por la novela negra estadounidense, por autores como James Ellroy y Walter Mosley.

De ello da fe en la creación de los personajes de la familia Murvall, que parecen trasplantados de la América más profunda a la tierra helada de "Sacrificio de invierno", libro en el que Fors investiga la terrible muerte de un hombre obeso que es hallado colgado de un árbol en un apartado paraje.

Entre las pocas referencias a la buena mesa que Kallentoft, gastrónomo vocacional gracias a Arzak, hace en esta obra están el vino de Rioja y el jamón ibérico salmantino, aunque cree que la comida le sirve también para definir a personajes en un género que, asegura, "no deja mucho espacio para presentar personajes".

"En este caso, la gastronomía está ausente porque he sido esclavo de Malin, que come pizza y no pierde demasiado el tiempo cocinando porque antepone el trabajo a lo demás", indica.

Sí se palpa en la novela un sentido cinematográfico. Reconoce que la ha construido con esa "mentalidad", viendo a sus personajes como si estuvieran en un set, teniendo en cuenta la luz y sus movimientos.

De hecho "Sacrificio de invierno" acabará en la gran pantalla. "De momento, es una producción sueca. Veremos dónde termina", añade.