"El Fandi" y Castella cortan una oreja cada uno en Valencia

Valencia, 26 jul.- Los diestros David Fandila "El Fandi" y Sebastián Castella cortaron una oreja cada uno en el tercer festejo de la Feria de San Jaime, celebrado hoy en Valencia, en el que Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri" se fue de vacío.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Núñez del Cuvillo, discretos de presentación, nobles y descastados, a excepción del buen sexto.

Francisco Rivera Ordóñez "Paquirri": pinchazo y tres descabellos (silencio); y media estocada (pitos).

David Fandila "El Fandi": estocada tendida (oreja); y estocada y descabello (silencio).

Sebastián Castella: estocada corta (silencio); y estocada y dos descabellos (oreja tras aviso).

La plaza tuvo algo más de media entrada.

----------------------------

CASTELLA MARCA LA DIFERENCIA

"Paquirri" apenas mostró compromiso con su primero, al que instrumentó una faena deslavazada y en la que faltó también limpieza.

Quiso enmendar la plana en el cuarto, al que "Paquirri" recibió con una larga cambiada en el tercio, y al que banderilleó, aunque con más voluntad que acierto. Pero en el último tercio volvieron las dudas y la desconfianza en una faena de medios pases que acabó por desesperar al tendido.

"El Fandi" se mostró variado con el capote en su primero, en el que formó su habitual "lío" en banderillas. Muleta en mano, el granadino llevó a cabo una buena labor por los dos pitones que tuvo la recompensa de una oreja.

En el quinto, sin embargo, nada pudo hacer "El Fandi" ante un toro sin fuerzas, que perdía las manos a la mínima que se le obligaba, por lo que no le quedó más remedio que abreviar.

Castella, que llevó a cabo una faena sin ningún poso frente descastado tercero, hizo lo más destacado de toda la tarde en el que cerró plaza, el mejor toro del envío por prontitud y movilidad.

El francés toreó con largura, temple y ligazón sobre ambas manos, aunque fue al natural por donde surgieron los mejores muletazos, por abajo, templados y muy ajustados. Gran labor de Castella que tuvo el premio de un apéndice a pesar de los dos golpes de descabello que necesitó tras la estocada.