El Fandi y Manzanares, tres orejas y Puerta Grande en Granada

  • Los diestros David Fandila "El Fandi" y José María Manzanares cortaron hoy tres orejas cada uno y salieron a hombros en el segundo festejo de la Feria del Corpus de Granada, mientras que Morante de la Puebla se marchó de vacío.

Granada, 20 jun.- Los diestros David Fandila "El Fandi" y José María Manzanares cortaron hoy tres orejas cada uno y salieron a hombros en el segundo festejo de la Feria del Corpus de Granada, mientras que Morante de la Puebla se marchó de vacío.

FICHA DEL FESTEJO.- Tres toros -primero, tercero y quinto- de Juan Pedro Domecq, aceptablemente presentados pero escasos de fuerza y raza; y otros tantos -segundo, cuarto y sexto- de Zalduendo, manejables aunque sin "romper" los dos primeros, y bueno el que cerró plaza.

José Antonio "Morante de la Puebla", ovación y ovación tras aviso.

David Fandila "El Fandi", dos orejas y oreja.

José María Manzanares, oreja y dos orejas tras aviso.

La plaza rozó el lleno en tarde de nubes y claros, y de agradable temperatura.

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UN CORPUS TRIUNFAL

Morante de la Puebla llevó a cabo ante su primero una faena discontinua, sin ligazón ni emoción ante un toro sin raza, muy parado, que no transmitió nada. Algún detalle suelto tuvo cierto calado, mas el conjunto careció de unidad y emoción.

El cuarto tampoco fue un toro con opciones, y nuevamente se vio a un Morante en los detalles para, al menos, justificar su paso por el Corpus granadino.

El Fandi volvió a ser profeta en su tierra. A su primero, que se dejó mucho hasta que se paró, lo banderilleó con el dominio y la soltura habitual para, a continuación, llevar a cabo una faena de muleta de importante argumento sobre todo en el toreo al natural, por donde el animal se desplazó con largura y temple. Cortó las dos orejas.

El argumento de la faena al quinto estuvo en los dos primeros tercios, donde El Fandi lució variedad con el capote y enormes facultades con "los palos", pero con la muleta apenas pudo hacer nada con un animal que se apagó a las primeras de cambio. Anduvo acertado el granadino con la espada y paseó otro apéndice.

Manzanares instrumentó una faena muy medida ante su primer toro, muy justo de todo, al que recetó algún muletazo aislado de notable sabor dentro de una labor a la que le faltó mayor continuidad, principalmente por lo poco que se prestó al astado.

El sexto fue el mejor toro del envío, y aquí se vio a un Manzanares pletórico en una faena de notable estética y ligazón, especialmente en el toreo a derechas, ya que al natural el astado se lo pensaba más. Gran actuación del alicantino que, tras la estocada, paseó los dos apéndices. EFE

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