El Festival de Huesca de cortos se renueva contra la crisis de los 40

Madrid, 14 jun.- El Festival internacional de Cortometrajes de la Ciudad de Huesca celebra este año su edición número 42 con la intención de retomar su espíritu pionero y "superar la crisis de los cuarenta", a través de la racionalización de sus activos y con el reto de conservar el equilibro de una "marca" ya consolidada.

Así lo ha explicado a Efe Jesús Bosque, el flamante director del festival, que confía en que el trabajo de los últimos meses (han recibido más de 1.800 cortos para acabar seleccionando 78 de 26 países) dé sus frutos la semana del 16 al 21 de junio.

"En la ciudad se había diluido la esencia del festival porque, poco a poco, se habían ido añadiendo ciclos y propuestas que, para el espectador local, era un poco un lío; por eso había que recuperarlo, y darle al corto la importancia que tiene", desde el lugar a la hora y los días de proyección, apunta Bosque.

Habla el maño del festival de cortometrajes más antiguo de España, que nació en 1973 bajo la tutela de la Asociación Cultural Certamen Internacional de Films Cortos Ciudad de Huesca, hasta que en 2005, cedió el testigo a la Fundación Festival de Cine, integrada por patronos, entre ellos, el propio director.

En opinión del realizador oscense, el mayor problema de los cortometrajes es su exhibición, porque "se hacen las películas pero luego no hay modo de verlas".

"Los festivales son, en ese sentido, la única, o al menos, una buena salida para las películas y para darte a conocer y conocer a otras personas con tus mismos intereses. En otros países, sobre todo EE.UU. y Canadá -reflexiona el también cortometrajista-, se tiene más el concepto de industria, mientras aquí lo hay de servicio público".

Y añade: "Hoy no hay una industria detrás, pero creo que en el futuro habría que entrar en esa mentalidad".

Un festival tan antiguo como este, indica Bosque, precisa mantener un equilibrio: "Hay una larga trayectoria y una imagen de marca ya consolidada, con un núcleo duro, que es el concurso internacional, que hay que proteger y potenciar", explica Bosque.

Para ello, el nuevo equipo propuso separar en dos semanas las actividades del festival, una previa al festival con todos los actos extraconcurso que "calienten", pero "sin contraprogramar", precisa el director.

En esa línea se proyectó el viernes pasado el primer largometraje interactivo y transmedia, una experiencia en la que el espectador puede participar de forma activa en la película a través de una aplicación de su teléfono móvil.

También es nueva la posibilidad de asistir a pases de largometrajes en la sesión de noche del Teatro Olimpia, dentro de la sección Nuevos realizadores Iberoamericanos.

Se proyectarán títulos como "Los insólitos peces gato" o "La distancia más larga", aún por estrenar comercialmente en España, y otras como "No se aceptan devoluciones" o la ganadora del último festival de Málaga, "10.000 km".

Bosque recuerda algunos datos: El país con más cortos seleccionados es Francia; de los latinoamericanos, el país con más candidatos a ganar el Premio Danzante es Brasil, y, de los 78 cortos, ocho son óperas primas.

"Los participantes saben que el de Huesca es uno de los cuatro concursos que en España pueden preseleccionar los trabajos que concurran a los Óscar representando a España", recuerda el director, un privilegio del que pueden presumir desde hace ya diez años.

Este año, el realizador aragonés Carlos Saura recibirá el Premio Luis Buñuel en reconocimiento a toda su carrera, y la actriz Adriana Ugarte recogerá el Premio Ciudad de Huesca por su proyección en la industria cinematográfica española y por su "talento natural".

Asimismo, la Filmoteca Española será el Premio Pepe Escriche 2014, un galardón que se creó en 2009 en recuerdo de uno de los fundadores y principal impulsor del festival.