El final de... un día más

  • No hace falta pellizcarnos para saber que seguimos vivos. Madrugar, tomarse un café, llevar a los niños al "cole" o ir al trabajo han sido, un día más, "las profecías" que nos ha deparado, en contra del cataclismo que muchos auguraban, el 21 de diciembre de 2012.

Pilar R. Veiga

Madrid, 21 dic.- No hace falta pellizcarnos para saber que seguimos vivos. Madrugar, tomarse un café, llevar a los niños al "cole" o ir al trabajo han sido, un día más, "las profecías" que nos ha deparado, en contra del cataclismo que muchos auguraban, el 21 de diciembre de 2012.

Ninguna de las teorías que decían que el fin del mundo fue vaticinado para hoy por los mayas hace miles de años al coincidir con el inicio de una nueva era se ha cumplido, afortunadamente, o por lo menos mientras puedes seguir leyendo estas palabras.

Sin embargo, la supuesta profecía maya nos ha acompañado con solo encender el ordenador y ver el "doodle" de Google dedicado al calendario de esa cultura ancestral, o escuchar a los "graciosos" augurando pocas horas al Gobierno para seguir buscando de dónde recortar o que la prima de riesgo ya no podría seguir asustándonos.

Los sueños más catastróficos se han concretado, en cambio, para los ciudadanos de a pie en una subida de la luz en enero en torno al 3 por ciento, en conocer que el 45 por ciento de las personas que se quedaron sin hogar este año lo hicieron tras perder su trabajo o que un juez de la Audiencia Nacional ha imputado al cantante "Ramoncín" en el caso de la Sociedad General de Autores.

Twitter, la pasarela para intercambiarnos los mensajes más variopintos, ha tenido, cómo no, como protagonista a este falso mito del fin del mundo y ha sido tendencia mundial el "hahstag" #TeEngañoComoLosMayas.

"El fin del mundo se ha suspendido por problemas técnicos", "Te prometí que te amaría hasta el fin del mundo y hoy es ese día", "La NASA confirma que después del 21 de diciembre es 22", "Esos Mayas si que eran un desmadre, que buenas y milenarias bromas" o "Tal vez para el calendario maya hoy es el día de los inocentes" son prueba de que esta antigua profecía se ha incorporado a las modernas redes sociales.

Y en las calles de muchas ciudades del mundo como en Madrid se ha agradecido a los dioses la llegada de la nueva era maya o el no fin del mundo.

Los sonidos de tambores, caracolas y ocarinas han resonado en la madrileña plaza de Colón en un ritual ancestral bendecido con incienso de copal y amenizado por las danzas del grupo mexicano Guerreros de Luz, en un acto organizado por la Oficina de turismo de México en España.

Para aquellos que, sin construirse un refugio antiatómico, solo por un momento hemos podido preguntarnos qué estela quedaría de este planeta tierra si en verdad hoy lo destruyera un meteorito perdido por el espacio, quizá hayamos encontrado la respuesta en el amor.

O simplemente en una canción porque, como dice Alejandro Sanz en su último disco: "Lo que améis en el tiempo siempre quedará... Quedará la música... como un despertar".

Y como soñar suele ser sinónimo de algo placentero, qué mejor que poder seguir soñando ya que estamos vivos, y en una noche como la de un 21 de diciembre nos toca hacerlo con que mañana nos cae "el Gordo" de la lotería de Navidad y no volvemos a madrugar, tomar un café, llevar a los niños al "cole" o ir al trabajo.

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