El funeral de Mandela, un hecho sin precedentes

Carlos Fuente Lafuente ha vivido todo tipo de acontecimientos en su extensa trayectoria profesional, no en vano ha sido desde 1998 y hasta este mismo año 2013, jefe de protocolo de los Premios Príncipe de Asturias, pero no recuerda un evento igual. "No estamos acostumbrados a este tipo de eventos. Ni con Juan Pablo II hubo tal mezcla de casas reales, presidentes, ex presidentes... La complejidad en cuanto al protocolo de este evento es enorme, es un acontecimiento sin precedentes", sostiene. Éstas son las normas que se seguirán durante el multitudinario homenaje, según el experto:

1. Las previsiones podrían desbordarse

Este acontecimiento "por mi experiencia, no se improvisa. No les ha pillado de sorpresa ya que, además, por el estado de salud de Mandela pienso que ya estaba todo preparado, lo absurdo sería lo contrario. Siempre ha de existir un borrador, un proyecto, y más en este caso. Habrá un proyecto de funeral preparado, el sistema de evacuación, la seguridad... Todo lo que conlleva este tipo de eventos. Por ejemplo, cuando murió Calvo Sotelo (que no estaba en un estado crítico como Mandela) ya existía un proyecto. De todas formas, continúa, a pesar de que Sudáfrica tenga su propio protocolo, seguramente este evento les habrá desbordado".

2. Así se sitúan los jefes de Estado

Cuando se va situando a los jefes de los diferentes estados, se les coloca siempre en un lugar especial. "Se les sitúa en una posición especial, digna y llamativa. Si no ocurre nada raro, los jefes de Estado se igualan todos. Tienen todos la misma consideración y se les ordena por orden de antigüedad".

Pero, ¿y si coinciden juntos Castro, Maduro y Obama? En ese caso, asegura Fuente, "si una situación así de llamativa se fuera a producir se buscarían las soluciones idóneas. Es lo que llamamos 'ajustes a mano', que son variaciones algo más improvisadas determinadas por unas circunstancias especiales".

"De todas formas -añade Carlos-, a veces se exagera. El hecho de que se hablen o no algunas personas no modifica mucho una ceremonia como esta. No se les sitúa a un kilómetro de distancia. Tampoco pasa nada. Compartirán la ceremonia pero no estarán juntos. Si no quieren coincidir, no lo harán. Obviamente en estas concentraciones a veces ocurren sorpresas, pero normalmente son anécdotas divertidas".

En el caso de España, en cuya representación acuden el Príncipe Felipe y Mariano Rajoy, se les reservará la misma posición, que será la posición de representación de España. "Lo lógico es que estén juntos y que el Príncipe esté antes que el jefe de Gobierno".

3. Una persona de enlace para cada jefe de Estado

El proceso de organización protocolaria de este tipo de eventos comienza días antes, pero no termina cuando todos los jefes de Estado abandonan el país. "Lo mismo que se les recibe, hay que despedirles. Hay que atender a todos los jefes de estado, a todos los ministros... Desde su llegada hasta su salida. Siempre suele haber una persona de enlace para atenderles permanentemente. Se les recibe oficialmente con todos los honores y se les despide con los mismos honores. A partir de ahí todavía queda mucho trabajo por hacer, pero ya sin la tensión del día en el que acuden todos. El trabajo finaliza con el envío de una carta por valija diplomática agradeciendo la presencia", asegura Carlos.

4. Pésame y luto oficial

"En este tipo de funerales no es necesario determinar previamente el protocolo de luto. Cada uno ha de ceñirse de acuerdo a cómo iría en su país, no hay que adaptarse al luto sudafricano. En cuanto al pésame o presentes, no se hace nada, ya que las condolencias también se dan previamente y de manera oficial".'Mandela salió por la puerta de atrás'

Carlos Fuente Lafuente tuvo el honor de compartir bastante tiempo con Nelson Mandela. Fuente, jefe de protocolo de los Premios Príncipe de Asturias, fue el encargado de "hacer el ensayo con los premiados el año en el que Mandela fue galardonado con el Príncipe de Asturias.

"Le expliqué cómo sería la ceremonia, y me sorprendió lo atento que estaba y cómo repetía todas las enseñanzas. Especialmente el saludo a los Reyes, la inclinación de cabeza. Preguntaba mucho y nos agradeció especialmente que se lo explicáramos, algo que dijo le ayudó a comprender mejor nuestro país y la importancia de la monarquía".

Al finalizar la ceremonia, prosigue Fuente, hubo una curiosidad que le sorprendió a Mandela. No le llegó a sentar mal pero le sorprendió. Él, por seguirdad, salió por la puerta trasera del Teatro Campoamor, algo que no entendió mucho. Era una época en la que ETA atentaba y se trataba de un protocolo de seguridad, así que el alcalde de Oviedo decidió acompañarle para mostrarle uno de los edificios traseros del teatro. Fue un gesto para intentar arreglar la situación" Pero Mandela se dio cuenta. "Eso sí, no se molestó y entendió la situación", sentencia Carlos.