"El Grito" de Munch resuena en Noruega 150 años después

  • Concha Carrón.

Concha Carrón.

Oslo, 27 sep.- Edvard Munch, el creador del emblemático, angustioso e icónico cuadro "El Grito", ha vuelto a gritar y el eco ha resonado en Noruega, que este año celebra por todo lo alto el 150 aniversario del nacimiento de su artista más reconocido.

Desde Oslo hasta el norte de Noruega, todo el país se ha lanzado a festejar este aniversario, con actividades relacionadas con Munch de toda índole aunque la principal es, sin ningún género de duda, "Munch 150", la mayor retrospectiva de su obra reunida nunca, que aglutina más de 270 obras repartidas entre la Galería Nacional y el propio Museo Munch, ambas en la capital.

La muestra, que se podrá ver hasta mediados de octubre, se inauguró el pasado 1 de junio en un acto que contó con la asistencia del príncipe heredero Haakon de Noruega, y engloba pinturas, litografías y dibujos realizados por el pintor entre 1882 y 1903.

La misma, en la que también se pueden ver las cuatro versiones que Munch realizó de su obra más conocida, "El Grito", ha sido posible gracias a los préstamos de colecciones propias de la Galería Nacional y del Museo Munch, pero también de préstamos recibidos de instituciones públicas y privadas de todo el mundo.

Junto a esta histórica exposición, otro de los hitos más importantes de este aniversario fue la inauguración oficial ayer del Parque Ekeberg -el lugar en el que el pintor se inspiró para pintar el grito más famoso de la historia- como un parque artístico en el que los visitantes pueden pasear entre esculturas de más de treinta artistas internacionales, entre ellos Salvador Dalí.

"La grande Laveuse", de Pierre Auguste-Renoir; "Mujer reclinada", de Fernando Botero; "La pareja", de Louise Bourgeois; "La Venus de Milo", de Salvador Dalí; o "Marilyn", de Richard Hudson, son solo algunas de ellas, aunque el parque, dedicado a las mujeres, también cuenta con otro tipo de disciplinas artísticas.

Así, en el recorrido por esta gran zona verde en una colina próxima a la capital se ven obras como la instalación "Sky Space", en la que el artista James Turrell juega con la luz, el color y el espacio, o la emocionante performance de Marina Abramovic, en la que un grupo de ciudadanos grita en el mismo lugar que lo hiciera Munch muchos años atrás y dan rienda suelta así a sus emociones.

Pero Noruega ha querido que el Año Munch sea mucho más. Por eso ha organizado un programa en el que, además, se representan por todo el país obras de teatro, piezas musicales, películas, conferencias, simposios y ensayos, todos ellos relacionados con el arte en general y con su pintor más universal en particular.

Lo que no ha llegado a tiempo para esta celebración es la construcción de un nuevo Museo Munch, cuyo proyecto ha sido diseñado por el estudio español Herreros Arquitectos para situar sus instalaciones en el barrio de Bjorvika, junto al puerto y cerca del moderno edificio de la Ópera.

Aunque Herrero Arquitectos había ganado un concurso internacional en 2009 para llevar adelante este proyecto, el cambio de posición de algún partido en el Ayuntamiento de Oslo que inicialmente lo apoyaba y la consecuente polémica sobre una posible ubicación alternativa lo han ido retrasando.

Finalmente, el pasado mes de mayo se produjo un acuerdo entre varias formaciones políticas para que "Lambda" siga adelante, ante la imperiosa necesidad de un nuevo recinto que albergue, en condiciones de seguridad, toda la obra de Munch, después de el robo de dos de las versiones de "El Grito", posteriormente recuperadas, aunque una de ellas con daños irreparables, dejara patente el déficit del viejo Museo Munch de Oslo.

"Lambda", la propuesta del estudio español Herreros Arquitectos que acogerá la obra legada en su testamento por Munch a las autoridades municipales, podría estar terminada en 2018, cinco años después de la fecha fijada inicialmente para su inauguración, con ocho bloques de vivienda y dos grandes parques en sendas islas que tendrán como compañeros al emblemático edificio de la Ópera y la Biblioteca.

Seguir los pasos de Munch por toda Noruega es una opción a la que se pueden apuntar los interesados en el aniversario del pintor, con la visita a muchos de los escenarios que inspiraron su obra.

Así, el comedor de empleados de la fábrica de chocolate Freia, muestra la serie de doce murales que Munch realizó, por encargo de su dirección, para decorar uno de sus murales, ambientadas en las playas del sur de Oslo.

De igual manera, el Aula Magna de la Universidad de Oslo enseña sus pinturas murales, en las que el artista comenzó a trabajar en 1909, aunque no acabó los once lienzos, con "El sol" como eje central, hasta septiembre de 1916.

"Las madres de Munch" es otra de las exhibiciones programadas, entorno al cumpleaños de Laura Cathrine Munch, la madre del pintor, que rinde homenaje a las féminas de la familia del artista.

Quienes no tengan oportunidad de viajar en el Año Munch hasta Noruega, tienen la oportunidad de conocer al maestro del expresionismo en España, dónde el Museo Thyssen-Bornemisza mostrará una retrospectiva de su obra en 2015. Todo un consuelo para los rezagados.

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