El Jazzaldia quiere recuperar la "memoria audiovisual" para su cincuentenario

  • El Festival de Jazz de San Sebastián celebrará dentro de un año su cincuentenario, y su director, Miguel Martín, espera contar con recursos para recuperar la "memoria audiovisual" de este evento y poder mostrarla al público en un documental.

San Sebastián, 20 jul.- El Festival de Jazz de San Sebastián celebrará dentro de un año su cincuentenario, y su director, Miguel Martín, espera contar con recursos para recuperar la "memoria audiovisual" de este evento y poder mostrarla al público en un documental.

"Nos interesa porque no sólo es importante para el Festival, sino para el jazz en sí mismo. Los esfuerzos especiales que hagamos van a estar encaminados a recuperar y catalogar ese archivo audiovisual. Ya estamos en conversaciones con TVE y ETB", explica Martín en una entrevista a EFE.

El responsable del Heineken Jazzaldia asegura que prepararán el programa del 50 aniversario "con todo el cariño y todas las ganas", aunque intuye que el presupuesto será similar al de la 49 edición, que comienza el próximo miércoles.

Sí están "luchando" sin embargo para lograr los fondos que permitan recoger en un filme -incluso en una exposición, pero lo ve más difícil- las imágenes históricas de los músicos legendarios que han pasado por San Sebastián, especialmente las de los años 60, 70 y 80.

"El Festival nació en 1966 y probablemente desde 1968 hubo grabaciones. Falta por comprobar la disponibilidad y la calidad técnica de lo que se haya conservado. Hace años vi joyas, auténticas maravillas. Sé, por ejemplo, que existen grabaciones de Charles Mingus y eso tiene un valor extraordinario", destaca.

En 2015, al finalizar la edición del cincuentenario, terminará el contrato de patrocinio con Heineken, la empresa que financia el Jazzaldia junto a las instituciones públicas.

"Nosotros estamos contentos, creemos que ellos también con el funcionamiento del Festival. De la renovación se empezará a hablar probablemente a partir del octubre que viene, pero los antecedentes son muy positivos", afirma.

Martín asegura que en la organización del Festival siempre hay margen para la sorpresa y eso hace que cada una sea "única y diferente". En la que abren el miércoles Ray Davies y Georges Clinton, dice que uno de los descubrimientos será la banda estadounidense Snarky Puppy, ganadora de un Grammy en 2013.

"Snarky Puppy es uno de los grupos que tiene que pasar a ser absolutamente fundamental en el jazz de los próximos años", añade el responsable del Jazzaldia, que cree que también tienen "un gran camino por delante" Ibrahim Electric y la noruega Kristin Asbjornsen.

Esta cantante participará en la clausura del Festival en la Plaza de la Trinidad antes de la actuación a Dee Dee Bridgewater, una de las voces más expresivas del jazz actual y una de las figuras que Martín recomienda para el "gran público" en esta edición junto a los conciertos de Bobby McFerrin y de Chick Corea y Stanley Clarke.

Y el "gran directo" de este año será el de The Horrors en el Escenario Verde de la playa de La Zurriola, destinado a las otras músicas y a la gente joven, a una audiencia que el Festival espera acabar ganando para sus espacios más jazzísticos y de pago, pero a la que Martín cree que hay que "dejar tiempo".

"Hay que esperar a que esa gente, que ahora tiene veintitantos y treintaitantos años llegue a los 40. Hay que dejarles que ellos mismos sientan la necesidad de pasar a otro escenario", señala.

El Jazzaldia, no obstante, realizará este año un estudio, similar a otro que llevó a cabo en 2008, para medir los públicos.

"Sabemos que hay un nivel de fidelidad importantísimo entre el público del Escenario Verde y nos falta saber el trasvase que existe hacia los más jazzísticos", explica.

Martín habla también de la "sobreabundancia" de festivales en España y de la "criba" que se esperaba y que no se ha producido durante la crisis.

"Hay una superoferta que hace muy difícil captar la atención del público. Por mucho que patalees, te muevas, hagas ruedas de prensa y propongas incentivos, al mismo tiempo hay otros festivales que están ofreciendo los suyos. Esto es un pandemonium", subraya.

Y añade que "cada uno se maneja con las armas que puede".

"Nosotros levantamos el teléfono y decimos San Sebastián y sabemos que hay un tipo de músico que es sensible a eso. Otros no. Y por mucho que digas 'San Sebastián 50 años' no se te abren todas las puertas, sino unas cuantas. Hay que saber cuáles son y tocarlas adecuadamente y a las otras ir con un megáfono. Al final es saber dónde tu nombre te hace ganar enteros y dónde significa poco o casi nada", subraya.

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