El paisaje, un pretexto para experimentar en manos de Van Gogh o Monet

  • El paisaje fue el pretexto utilizado por pintores como Courbet, Van Gogh, Monet o Léger para experimentar y evolucionar durante su carrera, como muestra la nueva exposición temporal inaugurada hoy por el Museo Carmen Thyssen de Málaga, con 42 obras de la colección de la baronesa.

José Luis Picón

Málaga, 4 oct.- El paisaje fue el pretexto utilizado por pintores como Courbet, Van Gogh, Monet o Léger para experimentar y evolucionar durante su carrera, como muestra la nueva exposición temporal inaugurada hoy por el Museo Carmen Thyssen de Málaga, con 42 obras de la colección de la baronesa.

"Por su flexibilidad temática, el paisaje sirvió para que los pintores pudieran experimentar, algo que no ocurrió con otros géneros como el retrato o el bodegón, que están mucho más formalizados", ha explicado a Efe en un recorrido por la exposición la directora artística del Museo Carmen Thyssen, Lourdes Moreno.

La exposición, organizada en colaboración con la Obra Social de La Caixa, plantea un diálogo entre artistas españoles e internacionales a partir de un momento, el siglo XIX, en el que el paisaje "adquiere un protagonismo especial, porque hasta ese momento solo había sido escenario de historias heroicas o mitológicas".

A la entrada de la sala, Van Gogh recibe al visitante con "Molino de agua en Gennep", una obra de gran formato emblemática dentro de la colección de Carmen Thyssen, y que muestra indicios de que, a lo largo del proceso de creación, el cielo pasó del azul, como muestran los reflejos del agua, a los claroscuros del crepúsculo que plasmó finalmente.

También dentro de este primer apartado dedicado al naturalismo están Vayreda, pintor de la vida rural catalana; el belga Carlos de Haes, y otro de los nombres fundamentales de la exposición, Gustave Courbet, "a quien se le llamó el pintor de lo feo por la cruda realidad con que pintaba", y que en "La playa de Saint Aubin sur Mer" vinculó de forma novedosa el tema social con el paisaje.

El segundo bloque es la etapa del posromanticismo al simbolismo, en la que se puede ver la obra más antigua de la muestra, pintada por Friedrich entre 1830 y 1835; un autor naturalista pero ya con una visión romántica como Martí Alsina, o una visión del puerto de Barcelona a cargo de Eliseu Meifrèn que juega con la luz solar crepuscular y la de las primeras farolas instaladas en la ciudad.

Ya dentro del impresionismo, Monet está presente con "Marea baja en Varengeville", un cuadro que destaca por los diferentes tipos de pincelada que se mezclan, y el norteamericano Metcalf, considerado el gran pintor de los parques de su país, con "La merienda campestre".

Por su parte, Ferrater juega con las luces en "Casa, jardín y niña en la puerta", una visión de su propia vivienda en la que aparece su hija, y Rusiñol ofrece una vista de Sitges en "La cruz de término", mientras que otro de los maestros del impresionismo, Sisley, pintó una escena rural en "Claro de un bosque".

Con dos obras de Gauguin se completa este apartado de la exposición, que da paso a los nuevos clasicismos, donde están Sunyer, quien presenta paisajes catalanes como los de "una nueva Arcadia", Derain, Bonnard, Benet, Pascual i Rodés, Olga Sacharoff o Josep Amat.

El recorrido concluye con las vanguardias, de las que se puede contemplar "El puente", de Fernand Léger, el pintor "que devolvió el color al cubismo" y piezas también de dos miembros del grupo catalán Dau al Set, Joan Ponç -que dirigió la revista homónima- y Modest Cuixart, o de otro catalán como Clavé, que fue amigo de Picasso y se relacionó en París con los vanguardistas.

La exposición, configurada totalmente con fondos procedentes de la Colección Carmen Thyssen, permanecerá instalada en el Museo de Málaga hasta el próximo 20 de abril.

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