"El Paraíso", de Tintoretto, en el recibidor del Thyssen tras su restauración

  • Concha Carrón.

Concha Carrón.

Madrid, 4 mar.- "El Paraíso", uno de los grandes lienzos con los que el pintor Tintoretto culminó su carrera hace más de quinientos años, vuelve a lucir espléndido en el recibidor del Museo Thyssen tras la restauración de más de un año en la que ha trabajado, a la vista del público, el equipo de la pinacoteca.

Uno de los principales descubrimientos efectuados durante el estudio radiográfico del lienzo, de más de ocho metros cuadrados, ha sido el que ha llevado a conocer que la mayoría de personajes pintados por el veneciano estaban originalmente desnudos, y que fue en una fase posterior cuando los cubrió de ropajes, según ha indicado el restaurador jefe del museo, Ubaldo Sedano.

La restauración ha sido posible gracias a la colaboración del Bank of America Merrill Lynch, que ha financiado íntegramente la rehabilitación de la obra, una de las más emblemáticas de la colección Thyssen-Bornemisza, como confirmó hoy su director artístico, Guillermo Solana.

Según Susana Pérez, una de las restauradoras que ha trabajado en la recuperación de "El Paraíso" junto con Alejandra Martos, lo más difícil ha sido "la limpieza" del cuadro al tratarse de un proceso "irreversible", y ha señalado que el lienzo estaba "muy oscurecido" por el paso del tiempo, por las sucesivas capas de barnices acumuladas y por la "contaminación".

En anteriores restauraciones, según Susana Pérez, se habían limpiado mucho las zonas luminosas del lienzo en detrimento de las partes más oscuras "que no se habían tocado", mientras que ahora se ha procedido a realizar una labor de limpieza "más equilibrada" de toda la pintura, con la que las figuras "ganan en profundidad".

Como todos los cuadros pintados hace 500 años, según la restauradora, "El Paraíso" presentaba pérdidas de pintura, zonas "con peligro de desprendimiento" e incluso una importante grieta central como resultado de la unión de dos telas.

Precisamente la pintura original, compuesta por materiales valiosos de la época como el lapislázuli y el empleo de polvo de vidrio mezclado con la pintura para dar luminosidad a la obra, permanecía "intacta, como cuando fueron pintados" debido a la calidad de los mismos.

El estudio de la obra permitió descubrir, además de la desnudez original de los personajes, la modificación e incluso eliminación de otros, así como la existencia de inscripciones en varias escenas del lienzo.

Además, la imagen de reflectografía infrarroja reveló los dibujos realizados previamente por el artista para encajar la composición, cubiertos bajo distintas capas de pintura que mostraban las sucesivas fases de creación de la obra.

"El Paraíso" (1588), tras el intenso trabajo en el taller de restauración del museo, volvió al recibidor central del Thyssen en junio pasado, dónde ha permanecido desde entonces en un cuarto con cristales a través de los cuales el público podía seguir las labores de restauración de las dos restauradoras.

Este imponente lienzo, que hoy ha necesitado de casi una hora de trabajo para ser colgado de nuevo en el vestíbulo del museo, fue una de las obras que Tintoretto, uno de los grandes exponentes del manierismo durante el Renacimiento, ejecutó como parte del concurso para decorar una de las salas del Palacio Ducal del Dogo en Venecia.

El segundo pintor veneciano más importante del siglo XVI, después de Tiziano, representó en "El Paraíso" los círculos concéntricos de la Gloria, rivalizando con "El juicio final", de Miguel Ángel.

Según Ubaldo Sedano, el "metódico" Tintoretto pintó "El Paraíso" como "un gran escenario" en el que iba situando sus personajes hasta lograr una composición "equilibrada", en la que inicialmente las figuras aparecían desnudas y a las que posteriormente fue añadiendo los ropajes.

"Con su vuelta, 'El Paraíso' hace del 'hall' del museo nuestra pequeña Capilla Sixtina", ha sentenciado Guillermo Solana.

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