El Prado se enriquece con el "San Juan Bautista" de Tiziano

  • Mila Trenas.

Mila Trenas.

Madrid, 5 nov.- La atribución a Tiziano del "San Juan Bautista" del Museo del Prado supone un enriquecimiento de la colección del artista veneciano, la mayor y mejor del mundo, y permite reconstruir su forma de trabajar.

El valor estético de la pintura no es tan importante como el documental, en opinión de Miguel Falomir, jefe del departamento de Pintura Italiana y Francesa y comisario de la exposición presentada hoy y organizada con motivo de la presentación de la obra.

En esta muestra, la obra del Prado se ha reunido con las otras dos versiones que existen de San Juan Bautista realizadas por el maestro veneciano y que se conservan en la Gallerie dell'Accademia de Venecia y en el Monasterio de San Lorenzo del Escorial.

Junto a éstas, se muestran dos radiografías a tamaño natural de la pintura del Prado y de la que se conserva en el Escorial. La exposición estará abierta hasta el 10 de febrero y posteriormente la obra recientemente atribuida se integrará en la colección que el Prado posee de Tiziano, formada por 38 pinturas.

Falomir recordó que durante la elaboración de un catálogo razonado del artista veneciano recuperó la pintura que se encontraba en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen de Cantoria (Almería), para que fuera investigada en los talleres del museo.

Durante cuatro años se ha trabajado en la investigación y restauración de la obra, llevada a cabo por la restauradora Clara Quintanilla y patrocinada por la Fundación Iberdrola. "Su estado era lamentable. Pocas veces ha llegado al museo un cuadro en peores condiciones", comentó Miguel Falomir.

Se trata de la única obra de Tiziano del Museo del Prado que no procede de la Colección Real, sino del Museo de la Trinidad. La pintura llegó en 1872 al museo como anónimo madrileño del siglo XVII y como tal fue depositada, catorce años después, en la iglesia de Cantoria.

Ya en 2003, con motivo de la Exposición que el Prado dedicó a Tiziano, Miguel Falomir propuso que la obra podía ser una copia de un San Juan Bautista que estaba perdido. En 2007, el Prado comenzó su estudio y comprobó que no se trataba de una copia sino de un original del artista veneciano.

La exhibición de los tres San Juan Bautista juntos permite, tanto al público como a la comunidad científica, profundizar en la forma de trabajar del artista, según Falomir, quien recordó que a finales del siglo XIX el museo entregó en depósito a la iglesia de Cantoria seis obras, cuatro de las cuales fueron quemadas durante la Guerra Civil.

El comisario destacó que cada vez que Tiziano hacía una composición religiosa le pedían que hiciera réplicas de la misma. "Por ello, cuando pintaba un cuadro de este tipo hacia directamente una replica que guardaba a la espera de un encargo".

Cuando este encargo llegaba, el maestro introducía ligeras diferencias para que la copia se convirtiera en un original, por lo que "no existen dos cuadros de Tiziano que sean iguales".

Todo este proceso puede apreciarse perfectamente en las radiografías que se muestran en la exposición inaugurada en el Prado.

Ya desde el inicio de la investigación del cuadro "vimos que no había nada que lo hiciera incompatible con una pintura del siglo XVI. La sorpresa fue cuando hicimos la radiografía y vimos que esta mostraba una composición muy parecida a la obra que se conserva en la Academia de Venecia".

Durante su azarosa vida, el San Juan Bautista del Prado estuvo expuesto a una fuente de calor extrema que le provocó "pérdidas y desgaste de la superficie".

Durante los cuatro años que ha permanecido en el taller se ha realizado "una intervención extraordinaria", deshaciendo "todo lo mal hecho, ya que ha sido una pintura objeto de una restauración agresiva, con 12 o 13 niveles de pintura. Se han retirado los repintes y se ha reintegrado la pintura donde había perdidas".

Para Gabriele Finaldi, director de Conservación e Investigación del Prado, el descubrimiento de la obra es una buena noticia para el museo y constata la importancia de volver a las colecciones para revisarlas con las nuevas técnicas y estudios "que dan lugar a descubrimientos de este tipo".

La contemplación de las tres obras de Tiziano y de las radiografías de dos de ellas permite comprobar "el ADN del proceso creativo de Tiziano. Con esta exposición llegamos cerca de como funcionaba la mente creativa de uno de los más grandes pintores del siglo XVI.

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