¿Cuánto vale mi cómic?

  • Tres son, básicamente, los factores que influyen en el valor de un cómic. Rareza, comerciabilidad y estado de conservación. Éste último es el más complicado de establecer. Hacerlo requiere de una serie de análisis y exámenes. Existen varias escalas para medir el grado de conservación de un cómic. Las más extendidas van del 0 al 10, siendo el 0 el grado más pobre y el 10, el óptimo. La restauración no está bien vista por los coleccionistas.
Las primeras apariciones y ediciones están muy solicitadas
Las primeras apariciones y ediciones están muy solicitadas
Mario Tama/Getty Images
M. J. Arias

El coleccionismo de cómics es una afición relativamente joven, por lo que no fue hasta la década de los sesenta cuando empezó a tomarse en serio el hecho de darles un valor más allá de los 10 centavos de dólar que costaron en su día. Desde entonces, han nacido varias revistas impresas, webs y empresas que se dedican a establecer el valor de los tebeos según unos criterios de evaluación que se basan en la rareza, la conservación y el interés del mercado en ellos, según resume ComicsPrideGuide.com. Pero, ¿cómo funcionan esos exámenes? ¿Qué se mira a la hora de establecer el valor de un cómic?

Para empezar hay que tener en cuenta la rareza del tebeo. Por rareza se entiende la tirada o el número de ejemplares que aún quedan. Es decir, cuantas menos copias queden del cómic en concreto, más valorado estará. El segundo factor es la comerciabilidad, es decir, la demanda que tiene en el mercado. Los más solicitados y fáciles de colocar suelen ser aquellos que contienen en sus páginas primeras apariciones de superhéroes y personajes populares, primeros números, portadas especiales, apariciones estelares, autores destacados… Por último y sin el que los otros dos factores apenas tienen importancia en el precio final, el estado de conservación. Lo principal es que el cómic esté completo. Es decir, que no le falten páginas.

Nada mejor que un buen ejemplo para que se entienda bien la importancia de estos tres factores. El cómic más caro de la historia hasta ahora es un primer número de 'Action Comics' por el que pagaron 1,5 millones de dólares. En este ejemplar coincidieron estos tres factores mencionados en sus valores más altos. Se conservan menos de 100 copias del 'Action Comics#1' (1938). En sus páginas se recoge la primera aparición de Superman y supuso el nacimiento del género de superhéroes. Su grado de conservación era de 8.5 según CGC. Todo eso, sumado, dio un precio de 1,5 millones de dólares. Actualmente, la página ComicsConnect.com subasta otro ejemplar de este número. Sin embargo, su valor no alcanzará cotas tan altas. La razón, su estado de conservación es de un 1.8 CGC.

De este ejemplo se desprenden varias preguntas. ¿Qué significan esos números? ¿Quién los pone? ¿Cómo se interpretan? Los números que aparecen junto a los cómics tienen su equivalencia en siglas que indican cuál es el estado de conservación según los expertos. Los valores van del 0 al 10 o, lo que es lo mismo, del 'poor o PR' (pobre) al 'mint o MT' (en perfecto estado). Y entre medias de ambos polos, distintos valores y consideraciones dependiendo de las condiciones en las que se conserve el cómic. Esta clasificación es la que utilizan dos de las guías más populares Overstreet y Wizard y puede consultarse completa en varios sitios dedicados a la venta de tebeos, como, por ejemplo, en el popular eBay. Además de las revistas impresas que cuentan con sus propias guías de precios, existen portales en Internet donde siendo usuario puede comprobarse el precio/valor en el mercado de títulos o números concretos. ComicsPrideGuide, The Big Comicbook Database y Comicbase  pueden ser un buen lugar por el que empezar. Cada coleccionista suele tener sus preferencias, pero éstas son algunas de las más conocidas y consultadas. Entre ellas puede haber discrepancias en los resultados, así que quizá, lo más sensato, sea visitar varias para hacerse una idea mejor del verdadero estado del cómic.

Una escala bastante habitual y que puede verse en páginas como ComicConnect o eBay es la que proporciona la empresa Certified Guaranty Company, con una división dedicada exclusivamente a la valoración de tebeos. Bajo sus siglas (CGC) se encuentran catalogados muchos cómics destinados a mercado del coleccionismo. Nacida en el año 2000, se ha ganado cierto nombre entre los coleccionistas (aunque también tiene sus detractores) y ha adoptado la escala utilizada por Overstreet. Su sistema de estudio es tan exhaustivo como sencillo. En cierta manera, se asimila al de un control antidopaje en deporte. En el sentido de que quien está analizando la muestra no sabe a quién pertenece o, en el caso de un cómic, el título y número del ejemplar que tiene entre manos.

Todas las copias que llegan a CGC siguen el mismo proceso. Una vez recibidas, se les atribuye un número -un código de barras que será lo que las identifique de ese momento en adelante- y se les abre una ficha. Catalogada y creada la ficha, el cómic pasa a manos del experto que lo evaluará. Se mirará con lupa el estado de las páginas, de la portada, si tienen rasguños, dobleces, humedad, pérdida de color, manchas… y, una vez repasado todo, se le atribuye una puntuación. Hecho esto, ese ejemplar pasa a manos de un nuevo examinador que repite las mismas pruebas sin conocer la nota que le ha puesto su antecesor. Sólo al final, cuando él ya ha decidido la suya, puede consultarla. De esa manera se evita una posible influencia.

Pasados estos dos controles, el cómic llega a manos del 'final grader' (así lo llaman en inglés). Evaluado por tercera vez, se comprueban los tres resultados y, si son similares, entonces el tebeo pasa al siguiente estadio, la 'encapsulación'. Lo que se hace es sellar el cómic dentro de un recipiente hermético que preservará su estado. Sobre este soporte es donde se colocan las pegatinas con toda la información referente a ese ejemplar y la nota final conseguida. Después, se devuelve al departamento de evaluación para que compruebe que las etiquetas y la información que contiene son las correctas. Se empaqueta con sumo cuidado (envoltorios rígidos y en vertical) y se envía a su propietario con la puntuación obtenida. Ésa que luego se ve en las casa de subastas.

Cómo conservar los cómics en buen estado

Los procesos de restauración en los cómics no están bien vistos por algunos expertos, ya que consideran que adulteran los resultados. Por eso, a la hora de valorar el estado de conservación se tiene en cuenta si el ejemplar ha sido restaurado en algún sentido. Pero hay formas de conservar los tebeos sin vulnerar su condición de original. Una buena forma de mantenerlos a salvo de humedad, polvo o el efecto de cualquier bicho poco amigo de la tinta y el papel es conservarlos en una bolsa de plástico de esas transparentes que tanto se ven en las tiendas de cómics. También existen cajas especiales de cartón o plástico.

Otro gran enemigo de los cómics, además del polvo, la suciedad y la humedad, es el Sol. Exponer un tebeo directamente a la luz solar no parece una buena idea. Se comerá el color y las páginas perderán fortaleza. Algunos expertos y coleccionistas aconsejan no manosear mucho los ejemplares para evitar daños por la grasa o suciedad de las manos. Puede parecer excesivo, pero si lo que se quiere es obtener un 'mint' en una futura evaluación, nada es demasiado. Otra es que se quiera el cómic simplemente para leerlo y disfrutarlo.

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